Inquieto corazón, late tranquilo.
Es un largo sendero la jornada.
Todo pudiera ser, hasta los sueños
que hunden su raíz en la memoria.
Del hoy con el ayer se anuda el hilo
en cada imprevisible madrugada.
Y las sombras asaltan con sigilo
la indefensa mansión del pensamiento.
Y puede cambiar todo en un momento,
olvidar lo soñado y otras sombras
que llegan empujadas por el viento.
Inquieto corazón, hay en la vida
remansos donde el alma se desdobla
y quisiera fundirse con la nada.
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