Matsuo Bashö es el maestro indiscutible del haiku. La perfección de un haiku radica en la capacidad de comunicar lo incomunicable. Componer un buen haiku no es fácil, el lenguaje debe ser trabajado, depurado día tras día, haiku tras haiku.
Matsuo Bashö, (1644-1694), está considerado, como decía al principio, como el mayor poeta de haiku jamás nacido. Nació y se educó como samurai. Pero en un momento de su vida se dio cuenta de que la poesía estaba por encima de todas las cosas que conocía.
Y emprendió ese camino.
Su poesía surge de su amor y contacto con la naturaleza, que fue el factor determinante de su vida y de su obra. Tengo aquí un libro suyo, el "Haiku de las cuatro estaciones", libro de cabecera, que me acompaña desde hace unos años.
Quisiera dejar aquí una pequeñísima muestra de su arte inigualable.
"Cómo se parece
a su reflejo en el agua
el iris"
"Las patas de la grulla
se han hecho más cortas
en las lluvias de mayo"
"Un leve instante
se retrasa sobre las flores
el claro de luna"
"Admirad bien la luna
antes de que corten
los juncos del río"
"En la cascada clara
las agujas verdes de los pinos
se desparraman"
domingo, 18 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario