(Esta noche ha llovido. Y hoy el cielo está muy cubierto. Seguramente seguirá lloviendo. El coco está contento porque sabe que la lluvia es buena. LLueve por fin. Mientras, se queda en su cueva, y escucha música. Lee, escribe a veces, y deja pasar el tiempo. De tanto en tanto se asoma a ver cómo sigue lloviendo. Le encanta el olor de la tierra húmeda. Y su mirada se posa en las gotas que resbalan sobre las hojas nuevas.
Puede que el coco sea un poeta. Se conmueve ante las pequeñas cosas . Se para a escuchar el viento. El rumor del río, allá abajo, que al atardecer es como una cinta plateada. Los pájaros, los insectos. Todo le entusiasma.
En realidad, le gusta la vida. La vida sencilla y compleja al mismo tiempo, de la naturaleza en libertad, que se rige por las horas de sol y de oscuridad.
Conoce a los animales nocturnos, puede verlos merodeando alrededor de su cueva, o volando sobre ella.
Ahora llueve, y el coco esta contento.
Cuando luzca el sol de nuevo, todo estará resplandeciente.
Y él lo sabe.)
viernes, 9 de mayo de 2008
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