(Al coco, ya sabemos que le gustan los libros. A mí, también. Los libros tienen un encanto especial, no sólo por su contenido, sino por su simple presencia física. La encuadernación, el papel, el olor, sí, el olor, también tienen los libros su olor característico. Un libro, guarda muchas cosas. Muchos recuerdos, sobre todo. Ese libro leído en un viaje. Ese libro leído en una tarde de soledad, mientras pasaban las horas. Ese libro que nos regaló un amigo, y que hemos leído una y otra vez, porque nos ha fascinado. El coco, que es un bibliófilo, sabe mucho de estas cosas. él cree que los libros tienen alma. Puede que sí. Desde el momento que comunican algo, puede que la tengan.
Contienen sabiduría, ideas, y vida, Vida. O vidas, que de alguna manera hacemos nuestras. Es interesante leer, porque a través de las páginas de un libro aprendemos a vivir. El coco cuida mucho a sus libros. Les quita el polvo, pasa sus páginas, observa si tienen demasiada humedad o estás resecos. Y los coloca en lugares donde puedan recuperarse. Hay libros delicados como damiselas de los cuadros antiguos, otros, resisten lo que les echen. Y sus páginas, pueden tener atractivo por sí mismas o bien originar rechazo. Yo no puedo con el papel biblia. Sólo su roce me da escalofríos. No sé por qué... Hay a quien la pasa lo mismo si oye rasgar una tela, o si en una merienda campestre sus dientes tropiezan con un grano de arena, o hay quien no puede ni siquiera acercarse a un melocotón, porque su piel le pone los pelos de punta...
Hay libros amables, libros ariscos, libros juguetones, libros que parece como si cambiaran de sitio por sí mismos... Tan pronto están sobre la mesa, como en el respaldo de un sofá, o en el lugar más insospechado de una estantería...
Hasta existen libros tímidos, que parecen ocultarse de nosotros.
Los buscamos una o otra vez, y cuando damos con ellos sentimos algo así como cierto sentimiento de enfado: "!Pero si he mirado aquí cincuenta veces y no lo he visto!" Es que es un libro introvertido. Y otros saltan a la vista, "se dejan ver"...
En fin, ya ha pasado el lunes, todos hemos vuelto a nuestros quehaceres, y ahora es el momento de descansar un poco...
El coco, está preocupado por el zorro, que se va al anochecer y no vuelve hasta que amanece.
¿Qué hará por allí a esas horas?
!Cualquiera sabe..¡
Así que toma un libro, se sienta frente a la chimenea, y suspira...
Ya volverá...
El coco dice: "!Buenas noches...!")
lunes, 12 de mayo de 2008
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