Por mucho que nos digan, en muchos casos la elección de colegio es una utopía, un asunto quimérico, así, sin más.
Muchas madres, haciendo un derroche de energía y llegando al final de la jornada verdaderamente agotadas, tienen que llevar a sus hijos a colegios muy distantes de su domicilio.
La administración, hace oídos sordos y mira hacia otro lado.
Es fácil no darse por enterado de la situación de cada familia respecto a sus problemas de escolarización. Es fácil, en verdad, desentenderse.
Esta postura me parece absolutamente inmoral.
viernes, 30 de mayo de 2008
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