Así es.
La inflación supera el 100.000 %.
El paro supera el 80 %.
Robert Mugabe da la impresión de ser un amargado.
Un amargado que ve fantasmas colonialistas en todas partes.
Y que utiliza sus "visiones" para perpetuarse en el poder.
Fantoche sangriento es poco.
Es un triste dictador, un psicópata engreído que caerá por su propio peso.
La vida lo pondrá en su lugar.
Y además, no es eterno.
Lo malo de todo, es el sufrimiento del pueblo, de los indefensos, de los desamparados, de los inocentes, que no comprenden por qué no pueden vivir en paz y comer todos los días.
El mundo, se asoma y vuelve la mirada hacia otro sitio...
lunes, 23 de junio de 2008
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