La crisis.

El ejecutivo vive en una urna de cristal, donde no le llegan los malos vientos, está seguro y a cubierto y donde cierra ojos y oídos a la realidad.
El Banco de España alerta ya sobre la gravedad de la crisis, es decir, que la crisis es un hecho, que ya está aquí, que la estamos viviendo y padeciendo.
Pero nuestro excelso ejecutivo, como si nada.
"Que estemos tranquilos, que sólo son rumores, que sí, que hay crisis, pero que no se debe exagerar."
Si nuestro propio banco nacional asegura que el asunto es serio, ¿qué piensa hacer el gobierno?
¿Sentarse en sus escaños, tranquilamente, para verlas venir?
¿Abstenerse de todo tipo de actuaciones, alegando que la alarma social no conduce a nada bueno?
Pues bien, la crisis existe.
La crisis es una realidad.
Y el Sr. Rodríguez Zapatero, tan tranquilo. Igualmente tranquilo el Sr.Solbes.
Ante los primeros avisos de crisis, nuestro gobierno, oídos sordos.
Ante la proximidad de la crisis, otro tanto.
La crisis nos roza, y como si nada.
La crisis ya está aquí, y seguimos sin ver cómo se pone en marcha un plan de actuación.
Dicen que al toro hay que cogerlo por los cuernos.
Es decir, que hay que afrontar las situaciones cara a cara, sin pantallas, sin nada que atenúe la verdad de las cosas.
El ejecutivo, con un tupido velo por delante, con algodones en los oídos, y con la boca cerrada, es todo un símbolo de inoperancia.
Encima, el Sr. Rodríguez Zapatero, se atreve a afirmar que "...mano dura..."
Él si necesita mano dura, y un buen coscorrón, ante su política infantil.
Señor mío, la política no es un juego.
El futuro del país ninguna tontería.
!Haga algo, hombre!
!Actúe de una vez¡
Abandone la niebla algodonosa donde vive y contemple el panorama en toda su crudeza.
O no terminará su legislatura, porque el país entero lo va a defenestrar.
Y si así sucede, lo tendrá bien merecido.