"... no creo en el autogobierno de muchos países africanos, que anteriormente fueran colonias europeas. Los "libertadores", de la noche a la mañana se convierten en dictadores. En muy poco tiempo pasan de héroes a villanos.
De momento, el presidente Mugabe, ha perdido su doctorado "honoris causa", y con razón, puesto que está dando ante el mundo una imagen dictatorial, basada, !cómo no!, en la avidez de poder, y en su postura tendente a conservarlo, caiga quien caiga.
Mientras, en Zimbabwe, la población lo pasa mal. Una minoría vive, y el resto sobrevive. Sobrevive malamente.
No es el primer caso, ya que en los 70 y 80 se dieron muy lamentables ejemplos de malgobierno, de abuso de poder, de endiosamiento, por parte de líderes que, alcanzada la independencia, se tornaron en monstruos.
Lo malo es que el mundo, y cuando digo mundo me refiero al primero, el que tiene dinero y poder, no actúa, se lava las manos en un gesto de "...allá se las compongan..."
Seguro que si hubiera intereses por medio, por ejemplo, petróleo, ya estarían llevándose las manos a la cabeza y enviando tropas para controlar la situación.
Es el triste sino de África.
Si no hay riquezas que atraigan la atención del mundo capitalista, no hay nada que hacer.
África es una causa perdida.
Más allá del Sahara, puede pasar de todo.
El primer mundo jamás moverá un dedo a favor..."
lunes, 23 de junio de 2008
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