Escuché el otro día una de esas conversaciones de autobús, dos jubilados que "arreglaban el mundo", y que estaban poniendo verde a la ministra de defensa, Sra. Chacón, primero, por el hecho de ser mujer, y luego por el de ser madre.
Lo cierto es que los autobuses, y también sus paradas, son como los mentideros de la villa.
Se oye allí cada cosa...
Bien, tenemos una ministra de defensa que es mujer. Pues me parece genial.
Creo que mujeres y hombres somos iguales y estamos igualmente capacitados para ejercer una función, cumplir con un trabajo, desarrollar una labor..., y obtener los mismos resultados.
Que la Sra. Chacón haya sido designada para el cargo estando embarazada y luego haya sido madre, pues está en su derecho. Como también lo tiene a su baja por maternidad, por muy ministra que sea.
En ese sentido no es distinta de las demás mujeres.
Y es, ante todo, una ciudadana, a quien protegen tanto la constitución como las leyes del país.
Creo que a veces se confunden términos.
Y existe una doble moral.
Los dos jubilados en cuestión, seguro que se acogen a todo lo que les corresponda con tal de ahorrarse un euro o mejorar su calidad de vida.
Es lo que tienen que hacer.
Pero tanto ellos como otros muchos, deberían de morderse la lengua en cuestiones como la que hoy comento.
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