El Coco y su amigo el Filósofo están pasando el día juntos.
Han hablado de muchas cosas.
Entre ellas, de la felicidad.
¿En qué consiste?
¿Consiste en un estado de felicidad perpetua y constante?
No, dice el Filósofo, resultaría abrumador.
Los chinos, dice el Coco, se saludaban diciendo "Te deseo diez mil felicidades".
O sea, dice su amigo, diez mil momento felices.
Eso es, dice el coco, diez mil momentos dichosos, inolvidables, sea cual fuere el motivo.
Así pues, la felicidad está en hallar satisfacciones, en medio del mar agitado de la vida...
El Filósofo ha callado.
El Coco también.
Y sentados a la sombra de un olmo, cerca de la cueva del Coco, han meditado largamente.
Quizá ellos son felices en ese momento.
Brilla el sol.
Cantan los grillos.
Los pájaros pasan veloces.
Una nube lejana navega por el cielo azulado de la tarde.
Y están en paz.
¿Puede ser eso la felicidad?
Nunca se sabe...
Lo que resulta cierto, es que cuando nos sentimos bien, estamos cerca de ser felices...
O lo somos ya...
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