viernes, 23 de enero de 2009

Poesía...cada día.


Era una noche de invierno.
Hace muchos años...
Yo era un niño.
Soplaba el viento fuera, con fuerza...
Mi abuelo escuchaba la radio, mientras mi abuela hacía su labor de punto, pacientemente.
Silencio.
La radio emitía..., cualquiera sabe...
Pero había silencio.
Yo, en una silla, con un libro en las rodillas, leía.
Y recuerdo este pequeño poema, con un sabor íntimo, casi oriental:
"Pasaban el invierno
en sus calientes nidos
las soñolientas horas
los mudos pajarillos...
El viento sólo hablaba
sin miedo del castigo..."
Todavía me pregunto: ¿Quién puede castigar al viento..?

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