El roscón de Reyes es una sabrosa y dulce tradición.
En él se oculta la "sorpresa", una figurita, una pequeña joya..., y la tradición dice que quien la halla ha de pagar un segundo roscón..., o el del año próximo.
Con el roscón se terminan las celebraciones navideñas...
Mañana, cada cual a su quehacer...
Conservemos de alguna forma el "espíritu de la Navidad", intentemos que los buenos propósitos persistan, tratemos de que los buenos deseos hacia los demás perduren..., hasta la próxima Navidad.
martes, 6 de enero de 2009
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