viernes, 23 de enero de 2009

Cuando falta una razón...


Se ha definido al infierno como la negación o la no existencia de la razón.
Es decir, un lugar donde la racionalidad y la lógica extán eternamente excluídas.
No hace falta ninguna reflexión sobre algo que pretendidamente existe más allá de la muerte, para darnos cuenta de que ya lo tenemos aquí, en este mundo.
La historia de la humanidad demuestra que nos hemos comportado en más de una ocasión como seres irracionales, que en más de una ocasión hemos creado aquí, en este sufrido planeta, situaciones que no tienen nada que envidiar al infierno de Dante Alighieri, al de los inquisidores y al de otras mentes calenturientas.
El ejemplo más próximo ha sido el bombardeo masivo de la franja de Gaza.
Seres acorralados, que, sin saber por qué, han perdido su vivienda, sus pertenencias, su familia y sus vidas, sin que existiera una lógica para ello. De pronto, un ataque de la aviación israelí, destruye hogares, escuelas, hospitales..., y todo ello sin motivo, desporcionadamente.
Que los palestinos hayan lanzado sus cohetes contra territorio israelí, artefactos semicaseros por otra parte, no es causa para masacrar a la población como lo ha hecho el gobierno hebreo.
Si se tiene conciencia, quita el sueño el pensar en los miles de damnificados por los brutales ataques. Las viviendas, los hospitales, las escuelas, algún día volverán a levantarse. Pero nadie hará que se levanten y revivan todos los muertos.
Nadie calmará el dolor de quienes han perdido a sus hijos, a sus padres, a sus esposas y maridos, nadie sofocará la rabia de cuantos no tienen ya ni recuerdos, y sobreviven malamente en medio de una atmósfera de ruinas y desolación.
No hace falta crear infierno alguno, ya lo tenemos en el mundo, ya lo tenemos en el pensamiento, en el alma...

No hay comentarios: