lunes, 31 de octubre de 2016

Pedro Sánchez: Nadar...y guardar la ropa...


No..., no es fácil
nadar y guardar la ropa...

Lo mejor,
es entrar vestidos
en el líquido elemento...

Pedro Sánchez,
entrega el acta de diputado,
en un gesto que algunos alaban,
pero que yo califico de pueril,
por la rabieta que conlleva.

"-¡Ahí tenéis mi acta,
y os la coméis con patatas...!"

No, no es por ahí...

Pero..., la decisión está tomada...

"Alea jacta est...!",
que dijo el genial Julio César...

Lo que pasa, es,
que Pedro Sánchez,
no tiene ningún Rubicón que cruzar,
ni riachuelo alguno,
que le reporte beneficio...

Y, como en las mejores películas,
ha pronunciado las terribles palabras:
"Volveré... ¡Y mi venganza sera terrible...!"

Así que, ahora,
quiere dedicarse a hacer turismo de captación...

Dice que, con su coche,
recorrerá el país,
con la firme intención
de regenerar y refundar un PSOE,
libre de polvo y paja,
¿a su medida, acaso?

Lo que digo:
Puro berrenchín,
de quien ya no tiene su caramelo...

Bueno..., pues que se lance por esas carreteras,
en una aventura,
que no tiene nada de quijotesca,
ni de romántica,
ni de idealista...

El objetivo,
pura y simplemente,
es recuperar el "chupachups" perdido...

Y, en cuanto a aguas y atavíos,
de no tener el don de la ubicuidad,
también llamada bilocación,
y está muy claro que no lo posee,
lo suyo se ha quedado,
como suele decirse,
en el desván 
de las cosas olvidadas...

Y si no..., al tiempo...











(Archivo: cuevadelcoco).



viernes, 28 de octubre de 2016

LOS BUENOS MOMENTOS... (4)


"Amanecer de invierno".
Maxfield Parrish.
1870 - 1966.

Debió de ser a finales de abril,
o en los primeros dias de mayo...

Una mañana,
sentí el incontenible impulso
de levantarme temprano,
e irme al parque de mi pequeña ciudad...

Hacía frío...

Las calles,
desiertas, solitarias...,
sólo algún madrugador por obligación...

Nos saludábamos
con un breve "buenos días",
pues aún existía
ese grado de cortesía ciudadana,
y continuábamos
nuestros respectivos caminos...

El parque,
escenario de juegos infantiles,
de algún beso,
inocente y tembloroso,
dado y recibido
no mucho tiempo atrás,
y lugar de interminables conversaciones
con mi amigo de toda la vida...,
aparecía ante mí,
mucho más desolado que las calles...

Aleteos de pájaros entre las frondas...

Y, silencio...

Comenzó a llenarse el espacio de trinos,
de vuelos apresurados,
y, hacia el este,
las luces del nuevo día...

Cuando el sol llegó a rozar
las cimas de los arboles,
sentí, que una extraña energía,
una inesperada fortaleza,
se adueñaba de mí...,
y todo era limpio, transparente,
como si en esa lejana mañana,
el mundo hubiera renacido...

Así, estuve,
ajeno al tiempo y al espacio,
hasta que,
las campanas de la torre,
me sacaron de mi ensueño...

Con un profundo suspiro,
lentamente,
igual que si emergiera de un sueño feliz,
me fui a clase...

Llevaba conmigo
una secreta y dulce dicha,
que nunca me abandonó,
ni en los momentos difíciles...

Y que, cuando me siento
abatido, cansado, triste...,
me basta recordar aquel día lejano,
para que se alejen
las sombras de mi alma...











(Archivo: cuevadelcoco).















martes, 25 de octubre de 2016

LOS BUENOS MOMENTOS... (3).





"El regreso del hijo pródigo".
Leonello Espada.
Bolonia, 1576 -
Parma, 17 de mayo de 1622.

Los viajes, siempre tienen algo de inquieto,
de imprevisible...
Los viajes, y cuanto más lejos vamos,
siempre están teñidos de aventura...
Por eso, siempre se desea lo mejor a quien parte...
Y, sobre todo, la frase más intensa:
¡Que vuelvas bien!

Hace años ya, tuve que hacer un largo viaje...
Salí de mi casa, que estaba en silencio,
y me encamine a la estación...

Aún no había amanecido...
Ni siquiera se atisbaban las luces del alba...
En la estación de ferrocarril,
caras de sueño y de cierto fastidio...
¡No es humano madrugar...!
Por mucho que nos ensalcen las virtudes de ser madrugador...

Subí al tren, y me acomode en mi asiento...
No había demasiado revuelo a esas horas...
Porque, parte de nosotros, seguía aún,
en el lecho, acogedor y tibio...

Apenas recuerdo aquél sucederse de estaciones...

Cuando terminé mi gestión, mi única idea,
consistía en regresar cuanto antes...
Partir, tiene mucho de incómodo, y algo de doloroso...
¡Dejamos atrás tantas cosas...!

Mientras meditaba sobre idas y venidas,
me dormí profundamente,
a pesar de los consejos de mi madre...
¡No te duermas en los trenes, que no sabes con quién vas!

Regresé, felizmente, y me sentí como quien recupera,
no sólo el lugar donde se vive,
sino la propia identidad...
El contacto inmediato con lo familiar, dentro y fuera de casa...
Las calles, los jardines, los templos, los amigos...,
las viejas sendas donde perderse pensando...

Somos, en cierto modo, como el bíblico hijo pródigo...

Pero..., ¡hemos cambiado tanto...!

Aquella cohesión social de mi pequeña ciudad,
no existe en la urbe donde habito ahora...
Sumido en el anonimato,
a nadie le importa si voy cerca o lejos...

¡Porque todo el mundo viaja...!

"Y cuando llegue el día, del último viaje,
y esté al partir la nave, que nunca ha de tornar...",
sólo unos pocos, muy pocos, sentirán mi ausencia,
la más dolorosa de todas...
Aun así, ¿quién sabe...?











(Archivo: cuevadelcoco).
























lunes, 24 de octubre de 2016

Cuento para un apacible día otoño...





"Sueño hallado entre dos lunas".
Técnica mixta.


"El Sueño, apareció una noche, a finales de septiembre. Estuvo esperando el momento, en el que yo abandonara el estado de duermevela, y caer en un sueño profundo, para colarse en mis pensamientos... Pero nunca lo hizo... El Sueño, sin saber por qué, se ocultaba durante el día, y tornaba por la noche, a revolotear como un delicado pájaro, sobre mi cabeza. En más de una ocasión, se posó sobre la almohada... Jamás llegué a saber en qué consistían sus imágenes oníricas... Una tarde de sábado, lo hallé posado en una de las estanterías de mi cuarto...
Era muy pequeño, del tamaño de un gorrioncillo... No tenía una forma concreta... Me recordó un fragmento de esas nubes de algodón de azúcar, que todos los años, para las fiestas de junio, un vendedor ofrecía en su puesto... Azules, rosas, blancas, amarillas...
Y no me atreví ni siquiera a rozarlo.
Observándolo, me di cuenta de que cambiaba lentamente, como cambian las nubes, sin dejar de ser nubes.
Tal vez el Sueño soñaba...
Se había colocado sobre un pequeño libro de poemas, encuadernado en suave piel rojiza...
¡Se le veía tan indefenso...!
Desde luego, y con toda seguridad, no era una pesadilla...
Las luces del ocaso, ya se estaban apagando... ¿Qué podia hacer con el Sueño...?
No era prudente dejarlo allí... Mi madre, o mi abuela, a pesar de haber insistido en que dejaran tranquilos mis libros, siempre trataban de quitarles el polvo con un plumero.
Así que decidí buscarle un lugar seguro.
Sí, el estuche del reloj de pulsera, que recibí como premio por haber superado la prueba de grado, dos años atrás, bien podría servir...
Y, con mucho cuidado, lo hice resbalar desde la superficie del libro, al fondo mullido del estuche... Con un leve estremecimiento, que me recordó al del gato, cuando se aovillaba en su cojín, el Sueño se acomodó y se quedó quieto...
No sabia si cerrar el estuche, o dejarlo abierto... Opté por un término medio...
Coloque un lápiz, para que no se cerrase del todo, y, como me llamaban para cenar, el Sueño se quedó solo...
Pasaba el tiempo... !Finales de octubre...! El Sueño se había convertido en una presencia extraña, pero necesaria... Una noche, mientras preparaba mis apuntes para la siguiente jornada, oí cómo cantaba... Me acerqué y..., !sí, estaba cantando...!
Y su canto me conmovía, porque, con su vocecita, de grillo o de pájaro tímido, hablaba de cosas olvidadas, de cuanto se iba perdiendo en la senda del tiempo..., y mi corazón se encogía al escuchar sus melancólicas nostalgias...
Cada noche, cantaba, ¡quién sabe si para él o para mí...!, y yo, me adormecía, y soñaba... Mis sueños eran gratos, apacibles, bajo el influjo de aquella voz... Sueños de caminos que antaño recorría, de libros abandonados mucho tiempo atrás, y que me hicieron feliz...
Una madrugada de principios de diciembre,  desperté, sobresaltado... El Sueño había dejado de cantar... Unos débiles sollozos, se escapaban desde el interior del estuche... ¡El Sueño lloraba...! Y su llanto sonaba como una dulce y triste melodía de flautas invisibles...
Al llegar la luz de la mañana, contemplé, sorprendido, que estaba nevando... Era un sábado y los sábados no tenía clase... Salí de casa sigilosamente, llevando el Sueño en un bolsillo de mi cazadora... Los copos de nieve, cada vez más gruesos, humedecían mis cabellos al fundirse... La pequeña ciudad, iba quedando atrás... El camino se perdía a lo lejos... Y yo, deseaba regresar y estar de nuevo en la tibieza de mi lecho... Abrí el estuche..., y allí seguía el Sueño... Como un pájaro a punto de volar... No pude resistir la tentación de acariciarlo levemente... Justo antes de que emprendiera el vuelo, y se elevara hasta las nubes...
Cerré el estuche, y regresé a casa...
Aquella noche, para mi sorpresa y confusión, volví a escuchar un tenue canto, esta vez más alegre, que brotaba del estuche... Lo abrí con cuidado... El Sueño ya no estaba..., pero me había dejado el mágico regalo de su canto...











(Archivo: cuevadelcoco).



viernes, 21 de octubre de 2016

Poema de las hojas caídas...


"Hojas de otoño".
John Everett Millais.

Cierto día de otoño,
los chopos creyeron ser reyes...
Los primeros vientos fríos,
deshicieron, implacables,
su dorada corona...
Caminaba, solitario,
por la senda junto al río,
mientras caían las hojas...
La ceniza otoñal...
El lánguido preludio
de largas, negras noches...
¿Dónde se fue el estío,
dónde la luz, la vida,
los interminables soles
que reflejaba el remanso...?
¡Ay, que la tristeza
anidaba en mi alma...!
Hojas amarillas,
que llegaban volando 
desde arbóreas alturas...
El eco de un lamento
desgarraba los campos...
Y mientras, yo sentía, 
que una oquedad profunda,
se iba apoderando
de mi alma cansada...
Allá, en el horizonte,
una luz desvaída,
derramaba en la tarde
su pena amarillenta...












(Archivo: cuevadelcoco).















...el "Brozas" y los toros...

.



"Minotauro Grande".
Pablo Ruiz Picasso.


" ¡...estos catalanes son la leshe...!

A los ingleses, no les gustan los toros...,
pero no porque este noble animal,
sufra o deje de sufrir...

!Simplemente,
no pueden soportar
que alguien se divierta!

Claro, que...,
las peleas entre animales,
sangrientas y patéticas,
les han venido entusiasmando...

¡Pero estos catalanes...!

Son el perro de hortelano,
y peores que un cura viejo,
como se dice en mi tierra...

Les importa un pimiento
los derechos del animal,
que,
¡horror de horrores!,
equiparan con los derechos humanos...

Yo, tratado al mismo nivel que un astado...

Me da la impresión,
de que toda la camarilla,
y me refiero al
Gobierno de la Generalidad,
se dedican 
a sacar punta a chorradas,
a buscar los tres pies al gato,
a jorobar por jorobar,
con tal de seguir en la foto...

Esos grupúsculos,
sólo tienen razón de ser,
en función de lo que plantean,
que no son nada más que minucias...

¡Rediez, Cataluña ya no es lo que era!

¡Ni lo será nunca...!

¡La camarilla,
no hace más
que propiciar el alejamiento...!

Todo ha cambiado...

La Sanidad,
de ser la mejor del país,
hoy, es de las peores de España...

¡Autodestrucción...!

¡Hoer, (hache aspirada...),
si ya se levantan voces
clamando por los buenos tiempos...!

Y, como siempre, 
y en todas partes,
el ciudadano,
es el único puteao..."

(El "Brozas", recuerda los tiempos 
en que recorría las Ramblas,
y la convivencia era más fácil...).











(Archivo: cuevadelcoco).









martes, 18 de octubre de 2016

¡...querida abuela...!






                                                                 ¡Querida abuela...!:

                                                              Ha pasado el tiempo...




¿Recuerdas
cuando contemplábamos juntos
la Peña Oroel
en las tardes de verano...?

Apoyados en el muro de la terraza,
en silencio,
mientras iba cayendo la tarde...

Me siento muy cansado...
Y es que,
me van cayendo años...
Sin darme cuenta...




¡Si vieras cómo ha cambiado
nuestra pequeña
y acogedora ciudad...!
Este torreón,
todavía sigue en pié...
Creo que tenías unas amigas
en esa casa...

¡Ay, abuela, querida abuela...!

Hace tiempo
que no caminas por mis sueños...

¿Me has olvidado...?

Yo, este año, 
no me acerqué 
el día de tu cumpleaños,
para estar contigo una vez más...

Tuvo que ser,
en el primer domingo de octubre,
cuando coloqué los dos tiestos,
de esos geranios,
como los que ponían
su nota de color en la terraza...

Una tarde de otoño,
luminosa,
alegre...

Mi oración fue breve y sencilla...

Como siempre,
mi ruego fue 
para que hayas alcanzado 
la eterna paz...

Regresé,
evocando muchos
de nuestros momentos felices,
mientras la tarde,
perdía su luz muy deprisa...

El otoño avanza...

No sé cómo será el invierno...

Ni si la primavera
será lluviosa o soleada...

El próximo verano,
intentaré ser más puntual...

Como siempre...,

¡te quiero, abuela!











(Archivo: cuevadelcoco.
Imágenes: mirarlook/cuevadelcoco).












lunes, 17 de octubre de 2016

LOS BUENOS MOMENTOS... (2).


Mi primer reloj.


Había aprobado el examen de Ingreso
en el Bachillerato,
con tan suficiente buena nota
como para que mi abuela
me regalase un reloj de pulsera.

A finales de junio,
me llevó a la óptica-relojería
de mi tío y padrino Gregorio,
y allí, elegimos un reloj,
entre los distintos modelos
que tenía expuestos
en el reluciente escaparate.

Al principio,
no podía apartar la vista de él.

Con el segundero,
cronometraba cualquier cosa...

La caída de una pluma,
desde la terraza al patio interior,
el tiempo que tardaba en acudir
nuestra gata negra,
al oír mi llamada,
el paso de una nube,
hasta que se perdía de vista...

Luego, me acostumbré a llevarlo,
y ya, sólo lo utilizaba
para consultar la hora,
o darle cuerda...

¡Cómo me gustaba
escuchar su tic-tac,
cuando me lo acercaba al oído!

Cada noche,
antes de acostarme,
lo dejaba en su estuche.

!Fue mi primer objeto
de cierto valor...!

Yo, no sabía lo que era el tiempo...

Los días sucedían a los días...

Y, el verano, avanzaba incesante...

¡El tiempo...!

Esa dimensión
que nos va segando la vida,
que, por una parte,
nos llena la mente 
de recuerdos y vivencias,
y, por otra,
se lleva lo que amamos,
diluye los rostros 
que nos fueron familiares,
y nos crea un laberinto,
donde, al final,
nos hallamos perdidos...

Pero yo, feliz con mi pequeño
y sencillo reloj,
"de carga mecánica",
como se dice ahora,
vivía ajeno 
a lo que no fueran 
lecturas y juegos infantiles...

¡Todavía estaba lejos
de tomar ese camino irreversible,
que conduce al fin de la infancia...!











(Archivo: cuevadelcoco).






domingo, 16 de octubre de 2016

Mujeres fotógrafas: Julia Margaret Cameron...




Julia Margaret Cameron,
(1815-1879),
decidió dedicar su vida a la fotografía,
desde el momento en que su familia
le regaló una cámara,
con la intención de que se distrajera y divirtiese.

Este regalo
cambiaría su vida,
 aburrida y convencional,
al apasionarse
por una constante actividad,
que la llevaría,
no sólo a retratar
a personajes famosos de su época,
sino a crear
su icónico y particular universo.

Tuvo que enfrentarse
con los reaccionarios fotógrafos
de la época victoriana,
de quienes hizo caso omiso.

Que esta pequeña muestra de su amplia obra,
sirva para adentrarnos
en un mundo, ya desaparecido,
del que, Julia Margaret Cameron,
con su especial sensibilidad,
supo transmitirnos
su faceta más bella y poética.



"Beatrice".



"Retrato".



"Christabel".



""Una fantasía creativa".



"Composición".



Retrato de Sir John Herschel,
astrónomo y matemático.



Un actor de su época.



Otra imagen de Sir John Herschel.



El pictorialismo fotográfico
de Julia Margaret Cameron.



"Estudio".



Lírica sensibilidad...



"Alethea".



"Tristeza".



"Virginia Woolf".
Realizó varios retratos
de la extraordinaria escritora.



"Charles Darwin".
Posó en numerosas ocasiones
para Julia Margaret Cameron.



El encanto infantil...



"Pequeña meditación".











(Archivo: cuevadelcoco).

Mirar atrás...





"Quien olvida su historia,
está condenado a repetirla".
George Santayana.


Últimamente, 
aparecen en los medios,
algunos coletazos informativos,
relacionados
con ese pseudoinvento,
nefasto,
cochambroso,
y marcadamente necrófilo,
conocido como
"Memoria histórica".

Cuando,
los ilusionados votantes
de aquel radiante día de junio
de 1977,
depositamos nuestras papeletas
en las recién estrenadas urnas,
creímos,
¡pobres ingenuos!,
que un viento nuevo,
aromado de vida y esperanza,
había comenzado a llevarse
las miasmas y virulencia,
de un pasado, que, 
lo mejor era enterrarlo bien hondo.

¡Cuánto nos equivocamos!

La mala sangre,
la podrida mala sangre
del revanchismo,
del odio irracional,
parido por el conservadurismo,
de los eternos e inextinguibles
enfrentamientos,
supuestamente ideológicos,
pero con un trasfondo 
mucho más negro,
seguía y sigue corrompiendo
las venas y arterias
de este maltrecho país.

Ya pudieron soplar
vientos renovadores,
ya pudieron correr brisas
que susurraban bellas frases
de nuevo entendimiento,
de hermanada convivencia...

Los aires nuevos,
apenas nos rozaron,
y, tristemente,
tomaron el rumbo de regreso...

 Así, cierto día,
amanecimos con cantos de sirenas,
en forma de una "Ley de memoria histórica",
una falacia
ávida de abrir tumbas,
de turbar la paz
de cuantos yacían en campos,
en montes,
y en las orillas de carreteras y caminos...

Los que cayeron,
a manos de uno y otro bando,
hace tiempo que duermen el sueño eterno...

Y...¡qué mejor lugar,
que en medio del natural silencio,
bajo las estrellas,
el sol de cada mañana,
y el vuelo alegre de los pájaros...!

Pero, no...

Había que reavivar
amargos rescoldos,
había que reiniciar el fuego
de hogueras apagadas...

Resucitar rencores trasnochados...

La "Memoria histórica",
en vez de hacer patentes
los errores cometidos,
para no tropezar de nuevo en ellos,
en lugar de conducirnos
por una senda de buena voluntad y entendimiento,
prefiere obligarnos
a recorrer los caminos tortuosos
del odio y revanchismo más irracionales...

Y jamás desarraigados...

Lo importante es el hoy...,
y sobre todo, el mañana...

El pasado ya no existe...

Sólo poseemos el futuro...

Y...¡ no puede estar en manos de cualquiera...!











(Archivo: cuevadelcoco).



viernes, 14 de octubre de 2016

LOS BUENOS MOMENTOS...(1).





"Las Maravillas del Universo".
Álbum de cromos
de Nestlé.


A los seis años, camino de siete,
pillar un catarro,
o, mejor dicho,
que un catarro te pillara,
pues...¡era una faena!

Mis compañeros, jugando,
y yo, envuelto en mantas,
socorrido por piramidones,
aspirinas y farmapenes...  (*)

¡Y encima, 
en el día de la Inmaculada!

Festivo, como es de rigor...

La fiebre, iba y venía...

Sobre todo, al caer la tarde...

En la mesilla, 
una lámpara,
cubierta con un paño,
para que no estuviera
totalmente envuelto en sombras...

Volvió mi madre,
de hacer algunos recados,
y, sin quitarse el abrigo,
se sentó a los pies de mi cama...

Muy sonriente,
me puso algo en las manos,
envuelto en papel marrón claro...

¿Qué podía ser...?

¿Una caja de bombones...?

¡Hmmmmmm...!

No, bombones no...

¿Algún juego entretenido...?

Ya tenía unos cuantos...

Fui liberando el misterio
de aquel papel fuerte,
que olía a flores secas,
y... un álbum de Nestlé,
apareció ante mis ojos...

- Ahora tenemos que llenarlo...,
dijo mi madre...

De un bolsillo del abrigo,
extrajo un sobre citó azul.

¡Había unos cuantos cromos!

También me entregó
un tubito de pegamento,
cuyo nombre
no se me ha olvidado:
"Sinkolicol".

Y me explicó
todo lo que había que hacer...

Un acceso de tos,
interrumpió la escena...

Me tocó la frente,
me quitó mi tesoro de las manos,
y, tras asegurarse
de que estaba bien arropado,
se metió en la cocina...

Regresó enseguida,
me hizo tragar media aspirina
disuelta en agua,
y una cucharada de jarabe,
que olía a caramelos de fresa,
pero que sabía asqueroso,
y allí me dejó...

Unos días más tarde,
repuesto ya de mi catarro,
y retornado al vecino colegio,
coloqué los cromos en su sitio,
con la ayuda de mi madre...,
y del "Sinkolicol",
que, dicho sea de paso,
era un pringue...

Aquel álbum,
conforme se iba llenando,
hacía que aumentara mi interés por él...

Lo leía y releía,
alternando con los tebeos
y el libro de lectura del colegio...

Completo ya al llegar las vacaciones de verano,
se quedó en una estantería,
pues, de momento,
lo más interesante era el río,
sus renacuajos y pececillos,
las mariposas,
las tormentas estivales...

!Y de todo me maravillaba,
pues lo había leído en mi álbum!











(Archivo: cuevadelcoco).











Momentos y cosas...




Quisiera haceros una confesión...

Yo colecciono libros...

¡Son muchos ya...!

Pero...,
el día que me vaya,
no vendrán conmigo...

Por eso...,
he cambiado 
mi forma de coleccionar...

Ahora, 
colecciono momentos...

Esos instantes,
que nos inundan de luz...

Esas horas,
minutos,
Incluso segundos,
que significan más
que cualquier objeto...

¡Y sólo momentos felices...!

¡No faltaría más...!

Los voy anotando en cuadernos,
que se llenan pronto,
porque son muchos más
de los que yo creía...

Quisiera elaborar
una serie de capítulos...

¡La constancia...,
no es mi mejor virtud...!

En fin...,
¡lo intentaré...!











(Archivo: cuevadelcoco).



jueves, 13 de octubre de 2016

Otoñal sostenido...


"Meditación otoñal".
Técnica mixta.


El crepúsculo estival,

al fin, se perdió muy lejos,

dejando inciertos reflejos

de deslucido cristal.

Un viento negro, letal,

consumió las mariposas.

Por sendas abandonadas,

tristes cortejos de rosas,

que empañaban, enlutadas,

el alma de los espejos.











(Archivo: cuevadelcoco.
Ilustración: EPT).

Poesía... cada día...




"París bajo la lluvia".
Gustave Caillebotte.


La lluvia ha regresado...
Esta tarde de otoño,
bajo un cielo sombrío,
finas gotas celestes
rizaban tus cabellos...
Acaso recordaste
tardes resplandecientes...,
estivales ocasos
de fuego en la llanura,
y una senda desierta,
sólo para nosotros...
Besé tus labios trémulos
mientras se desprendían
las hojas de los arboles...
En tu rostro, una mezcla
de lágrimas y lluvia,
mientras me reflejaba
en tus ojos profundos...












(Archivo: cuevadelcoco).

miércoles, 12 de octubre de 2016

12 de Octubre: La Virgen del Pilar...


"Retablo de la Virgen del Pilar".
Pablo Serrano.
Crivillen, Teruel, 1910 -
Madrid, 1985.


lacuevadelcoco,
y todos los que habitamos en ella,
felicitamos a todas las Pilares,
Marías del Pilar,
Pilis, Pilarines,
Maripís,
Piluchis y Pilucas,
en el día
de su Santísima Patrona...

Deseamos,
para todas ellas,
una felicísima
y emotiva jornada,
en compañia
de sus seres más queridos...

¡¡¡MUCHAS FELICIDADES!!!











(Archivo: cuevadelcoco).

La Guardia Civil y la Virgen del Pilar...


Hoy, 12 de octubre,
festividad de la Virgen del Pilar,
este blog,
felicita a la Guardia Civil,
en el día de su Patrona.

Incluso en esta fecha,
tan señalada y emotiva,
la Guardia Civil,
continuará con su incesante labor
de protección y ayuda,
en todas las carreteras,
en pueblos y ciudades,
en la montaña,
en nuestras costas...

La Institución
más valorada por los españoles,
sigue ofreciéndonos
su apoyo incondicional,
los 365 días del año...,
¡y también hoy...!

Nos unimos a su celebración,
agradeciendo y admirando 
su constante esfuerzo,
en beneficio de una convivencia 
segura y en paz.

¡¡¡MUCHAS FELICIDADES!!!











(Archivo: cuevadelcoco).







jueves, 6 de octubre de 2016

Iris Lázaro: Exposición retrospectiva en la Lonja. 1977-2016.






Hoy, 6 de octubre de 2016,
se inaugura
una esperada exposición.

Iris Lázaro,
muestra en la Lonja zaragozana,
una retrospectiva de so obra:

Cuarenta años de pintura,
desde 1977,
hasta 2016.

Cuarenta años de trabajo,
de constancia,
de voluntad...

Por supuesto,
lacuevadelcoco,
estará allí esta tarde,
asistiendo al espectáculo
de una pintura,
al margen de tendencias,
al margen de modismos ocasionales...

Iris Lázaro,
fiel a una línea
trazada tiempo atrás,
fiel a sí misma y a su obra.

De momento,
le enviamos 
nuestra más cordial
y amistosa enhorabuena.











(Archivo: cuevadelcoco).