domingo, 26 de noviembre de 2023

A los cuatro vientos...






"La primavera".

Alessandro Felipeppi, "Botticelli".


En esta obra, llena de simbología, 

podemos hallar varios elementos mitológicos.

Los más destacables, son los vientos.

Hay frases y expresiones que han caído en desuso,

quizá porque son sustituídas por otras,

o puede que ya no correspondan al hablar cotidiano.

Una lengua, un idioma, 

es algo vivo, que evoluciones

y nunca permanece estático.

A los cuatro vientos...

"Lo gritó a los cuatro vientos..."

"Lo anunció a los cuatro vientos..."

"Se propagó a los cuatro vientos..."

Y muchas más, usando a los vientos 

como divulgadores ,

acaso portadores de un hecho o suceso...

Pero...¿quiénes eran esas cuatro rachas tan famosas...?

Bóreas, en primer lugar, 

traía y sigue trayendo el frío viento invernal. 

Fuerte y violento, su nombre significa devorador.

Tuvo dos hijas con Erectea,

Quione, o nieve, y Aura, brisa.

Su violencia ha sido evocada por todos los poetas,

desde el mismísimo Homero.

Euro, que viene del este, 

es quien trae el calor y las lluvias de verano.

Noto, viento del sur,

portador de las lluvias de finales de verano,

y también las del otoño.

Finalmente, Céfiro, que sopla desde el oeste, 

y lleva consigo las suaves brisas primaverales.

¡Que tardarán en llegar...!

Cuando vivía en la pequeña ciudad,

cerca de las montañas del norte,

y cuando en invierno se iba alejando,

de pronto, llegaba Céfiro.

Suave, dulcemente perfumado,

arrastrando consigo el perfume de los arbustos en flor...

No siempre era puntual...

Podía adelantarse a finales de febrero,

o retrasarse hasta bien entrado mayo...

Siempre era bienvenido...

Y con él, la esperanza de días soleados,

de tímidas hojas en los árboles,

y de agradables mediodías...








(Archivo: cuevadelcoco).





jueves, 23 de noviembre de 2023

Andanzas escolares: Las Fiestas del Colegio...







"La última Comunión de San José de Caasanz". 

Francisco de Goya.



Tras dos meses largos y rutinarios, 

cuando aún no se había borrado de nuestros ojos

el resplandor de los soles estivales,

y la caricia del agua del pequeño río

donde buena parte de la familia 

íbamos todas las mañanas

en busca de la sombra de los altos álamos,

llegaba un tiempo, que era como un respiro, 

una dulce tregua antes de la Navidad.

Las fiestas de colegio,

en honor del Santo Patrón,

comenzaban en forma de partidos de fútbol,

de alguna sesión se cine,

y, siempre, con el atractivo añadido

de saltarnos algunas clases...

José de Calasanz, 

el fundador de las primeras escuelas cristianas gratuítas,

era para nosotros el abuelito amable y bueno,

el santo al que todos venerábamos,

en mayor o menor medida.

Quien velaba por los niños,

y nos protegía desde donde quiera que estuviese.

¡Ah, el antiguo colegio...!

Sombrío y lleno de misterios...








(Archivo: cueva del coco). 

  

jueves, 2 de noviembre de 2023

2 de noviembre...

 






2 de noviermbre.



Que os llene Dios de dulce paz y olvido

y os limpie totalmente la memoria

de  cuantas sombras fueron vuestra historia

y el sueño fantasmal de haber vivido.


En tan largo camino recorrido,

vertido sin pasar pena ni gloria,

fuísteis el agua lenta de la noria

que regó un tiempo apenas percibido.


Y cuando se os quebró el frágil latido

y vuestras manos se tornaron frías,

mi corazón, cansado y dolorido


hubo de atarse al curso de los días.

Bajo el cielo invernal, descolorido,

evoco aquellas viejas alegrías.








(Archivo: cueva del coco.

Imagen: mirarlook/cueva del coco

Dedicado a Yayo Félix).




viernes, 27 de octubre de 2023

Regresos...







 Sigüés. Zaragoza.


Se suele decir 

que no debemos volver a los lugares 

donde hemos sido felices...,

o lo contrario...

Pasó el día de Navidad, 

y el 26 de diciembre, 

por la carretera antigua de Zaragoza, 

alcanzamos el Puerto de Oroel...,

y seguimos adelante...

Llegamos a Sigüés, y me pareció un lugar extraño...

Muy diferente de aquel otoño,

cuando corría por los caminos,

entraba en la viñas,

y los agricultores me ofrecían hermosos racimos

de dulcísimas y sabrosas uvas negras...

Un otoño "amarillo"...

Yo le recuerdo así...

Vivíamos en una casa de recios muros de piedra,

orientada al sur.

El edificio de las escuelas,

donde mi padre se ocupaba de una "unitaria",

es decir, un aula donde se juntaban chicos y grandes,

era de una sola planta.

A la izquierda, el maestro.

A la derecha, la maestra.

Y eso era todo...

En los armarios, al fondo de la clase,

abundancia de libros, que yo devoraba...

Fue un otoño amable, muy tibio,

y muy seco, también...

Higueras por todas partes...

Pero aquello duró poco.

Trasladaron a mi padre a un pueblo, 

cerca del pantano de Yesa,

continuamente envuelto en nieblas,

y de allí, me mandaron de vuelta, con mis abuelos.

Ese día de diciembre, cuando faltaba muy poco

para estrenar el último año del siglo XX,

intentaba extraer recuerdos, y hallé muy pocos...

La casa, había cedido al embate del tiempo,

de las lluvias y del abandono,

y apenas si quedaban de ella

unos muros derruídos, piedras sueltas,

y una triste sensación de lejanía en el tiempo...

¿Yo había vivido allí...?

¿Dónde estaba el balcón por el que me asomaba al descampado?

La pequeña ventana del cuarto de mis padres,

que olía siempre a romero y lavanda,

tampoco existía...

Algunas calles, la plaza, la iglesia...,

sí, estaban como yo las recordaba...

Pero, el resto, huído de mi memoria,

ya nada me evocaba...

El edificio de las escuelas,

tenía otro uso...

Y salimos de allí...

Durante el regreso, apenas dije nada...

El tiempo es implacable,

y, aun así, 

pretendemos abarcar el pasado y el presente...

Y nunca es posible...










(Archivo: cuevadelcoco.)





jueves, 21 de septiembre de 2023

Días de verano... (13)







Claude Monet: "Verano".


¡Ay, cómo van cayendo los granos de arena del estío...! 

Esas tardes, 

tremendamente calurosas,

van quedando atrás..., muy atrás...

¿Recuerdos...?

¡Muchos, muchísimos...!

En las horas nocturnas,

cuando el sueño no acudía, debido al calor,

la compañía de un libro,

era lo mejor que podía tener.

A veces, el alba llegaba,

y me sorprendía con las gafas puestas,

mi libro entre las manos,

y un gato a los pies de la cama, 

dormitando, feliz...

Seis y media.

Aunque lo intentara, 

imposible volver a dormir.

El canto de los pájaros,

alegres, por el nuevo día...

Luego, la sombra del pequeño parque,

bajo los enormes pinos...

Hasta que el calor me echaba de allí.

¡Y el verano se va!

Se despide con lluvia.

Un chirimiri constante, tranquilo,

sin estrépitos.

El otoño llega,

con su suave cadencia.

Llega despacio, sin prisa ninguna.

El otoño,

que invita a la calma...

A recorrer los caminos,

que huelen a lluvia...








(Archivo: cuevadelcoco).



lunes, 11 de septiembre de 2023

Días de verano... (12) Sobre las Artes...








 Una primavera húmeda...

La lluvia, fina pero constante,

se prolongó hasta finales de abril.

Había pasado la Semana Santa,

ese período de tregua, 

antes de que el curso iniciara la recta final.

Y esos días, habían transcurrido veloces,

entre procesiones, tambores 

y el agudo sonar de las trompetas,

ese son ácido, hiriente,

que en la tarde del Jueves Santo,

parecía multiplicarse por mil.

Volvimos a las aulas, 

sintiendo un peso,

una sobrecarga sobre nuestros hombros, 

que sólo aliviaba la idea 

de que el curso terminaría pronto...

Cierta mañana, nuestro profesor de Latín,

comentó una frase que habíamos traducido:

"Ars est omnium dolorum refugium".

El arte, es el refugio de todas las penas...

El lugar, si puede llamarse así,

donde el pensamiento humano puede hallar consuelo.

Nunca olvidé, ni la cita latina, ni su traducción.

Y es que, el Arte, con mayúscula,

siempre termina aclarando los horizontes más sombríos.

Pasó aquella mañana húmeda,

dando paso a un mes de mayo, luminoso y sonriente.

Y ha pasado el tiempo.

De lo que nunca me arrepentiré,

es de haber tomado ese camino,

verdadera ayuda, sólido soporte,

para avanzar por la sendas de la vida...








(Archivo: cuevadelcoco).





jueves, 31 de agosto de 2023

Días de verano... (11) ¡Querida abuela...!










 

¡Querida abuela...!

31 de agosto... 

Ha sido un mes de contrastes.

Muchísimo calor, y días fríos...

Este año, has tenido tus geranios,

esos geranios "de áspera fragancia y roja flor",

que cuidabas con cariño...

Al final de la tarde, 

el abuelo llenaba de agua la vieja regadera,

para refrescarlos 

de los implacables ardores del sol.

Con la mirada, perdida en la lejanía,

seguramente evocabas otros tiempos,

que, acaso, fueron para ti

más dorados y llenos de luz...

En la ciudad, cerca de la frontera,

han cambiado muchas cosas.

Demasiadas.

Pero aún hay rincones 

por donde el tiempo y la piqueta destructiva,

todavía no han hecho mella...

Rostros nuevos en las calles,

y, entre ellos, alguno conocido.

Muy pocos.

¡Ay, abuela...!

Viajamos en el tiempo,

y sin darnos cuenta,

dejamos años detrás...

Esa mañana de agosto, calurosa, te recordé,

 mientras colocaba los dos tiestos de geranios...

Al fondo, la Montaña, impasible,

reducida a una silueta, por la calima...

Y el momento de decirte adiós...

Aunque los adioses no existen...

Te llevo conmigo,

entre mis recuerdos más preciados...

Y, como siempre...

¡Te quiero, abuela...!










(Archivo: cuevadelcoco.

Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).