Las puertas.

 

Siempre es lo mismo...

Puertas que se abrieron un día,

y así lo hicieron durante mucho tiempo...

Y un día, también se cerraron...

Y sólo quedó el silencio,

la soledad y el olvido...

(Archivo: cuevadelcoco.

Imágenes: mirarlookcuevadelcoco).

Estar en las nubes...!

Estar en las nubes, en muchas ocasiones,

es el mejor remedio para salir,

aunque sea durante unos instantes,

de la ramplona, chabacana y vulgar situación,

conocida como realidad.

Las nubes, siempre inquietas, siempre cambiantes,

suelen ofrecer magníficos espectáculos,

a los que podemos asistir, todavía, 

sin temor a ninguna prohibición.

De momento...

(Archivo: cuevadelcoco.

Imágenes:  mirarlookcuevadelcoco).

Volveremos a ser...?

"...Volveremos a ser

lo que fuimos ayer,

nuestros hijos

podrán vivir en paz...!"

Es lo que recuerdo de una canción,

que escuché, por pura casualidad,

en la segunda mitad de los años sesenta.

A un amigo mío le gustaba mucho, 

y se pasó cantándola por lo bajo

buena parte del otoño.

Luego, la olvidó.

Y hoy, me viene a la memoria.

Volveremos a ser lo que fuimos...?

Como siempre: Quién sabe...!














(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlookcuevadelcoco).

Querida abuela...!

Querida abuela...!:

Recuerdo cómo te gustaba recibir cartas!

Con tus gafas de cristales redondos,
leías esas noticias
que a veces llegaban
del Atlántico Sur.

O de Levante.

De muchos lugares.

Fuimos a recordarte el 24 de agosto.

Dejamos dos tiestos de geranios rojos,
uno a cada lado.

Quisiera contarte tántas cosas...!

Pero tú estas en paz...

En la Paz de la otra orilla...

Abuela, querida abuela...

No sabes cuánto me acuerdo de ti...!

Todavía vienes a mis sueños.

Ese día, el cielo estaba despejado,
sin una nube.

Cielo de azul profundo.

Una breve oración.

Un suspiro, a modo de despedida.

Y como siempre...

Te quiero, abuela!!!














(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlookcuevadelcoco).

Ventanas y balcones.

Puede que ya no existan.

O que nadie se asome para contemplar las nubes,
el primer sol de la mañana,
la difusa lejanía...

En otras y otros, todavía hay vida tras los cristales...

Algunas ventanas se cerraron hace mucho tiempo...

Y esos balcones soñolientos,
con barandillas que añoran
la caricia de unas manos...

(Archivo: cuevadelcoco.
Imágenes: mirarlookcuevadelcoco).