lunes, 19 de enero de 2009

Inmovilismo...

La crisis, bien mirado, asomó las orejas a finales de 2007.
Pero todo siguió siendo una fiesta de vino y rosas.
Nos metimos en lo más profundo del 2008, y todo era igual.
Se hablaba ya de crisis, pero el ejecutivo, como si nada.
Hemos terminado el año, casi hemos consumido el mes de enero, y ahora, que se reconoce oficialmente la recesión, el ejecutivo sigue igual: Inmóvil, monolítico, pétreo.
Sin aportar soluciones, sin tomar medida alguna, sin hacer ninguna reflexión, sin establecer plan alguno para poner remedio a este pobre país que se cae a pedazos.
¿Es necesario que llueva a cántaros para que salga el preboste de turno y diga que sí, que efectivamente, cae agua del cielo..?
Pues en el plano económico lo mismo.
Porque mire usted, lector que me sigue, lo que le ha costado al ínclito Sr. Rodríguez Zapatero reconocer, en primer lugar, que vivíamos ya la crisis, y en segundo lugar, que hemos entrado en recesión.
Esto es inmovilismo puro y duro. Crisis, recesión..., pues nada, el ejecutivo, con su jefe al frente, quieto en la mata.
Y los sindicatos, calladitos, en vez de organizarla...
Porque se han burocratizado, se han convertido en una forma de funcionariado paralelo, chupando subvenciones y viéndolas venir...
Y la bendita oposición, venga a cacarear, pero de actuar positivamente, nada de nada.
Como decía mi abuelito, que en gloria esté, "...mira, niño, tan honrados son los unos como los otros..."
Y qué razón tenía...

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