jueves, 3 de noviembre de 2016

Vincent van Gogh: El otoño...





"Paisaje de otoño".

Vincent van Gogh, 
no pudo permanecer insensible
ante la luz
y el colorido del otoño.

En su obra,
los temas otoñales,
ocupan un importante lugar.

Cuadros serenos y melancólicos,
junto a visiones atormentadas,
en las que, la pincelada,
refleja su drama interno,
sus estados de ánimo,
siempre inestables.

"Arboleda en otoño".

Los protagonistas de la composición,
siempre son los árboles,
que llegan a ocupar
la totalidad
de la superficie pictorica.



"Les Alyscamps".

Personajes apenas esbozados,
que se mueven y caminan
absorbidos
por el fulgor otoñal.



"El sembrador".

Esta composición,
en la que el árbol inclinado
traza una diagonal
que divide dramáticamente 
la superficie del cuadro,
no proporciona protagonismo
a la figura del sembrador.

En contraluz,
carece de rasgos.
Sólo es
una masa oscura.

Su movimiento,
admiurablemente sugerido,
contrasta con el aparente estatismo 
de todo el conjunto.

El horizonte,
divide el cuadro en dos planos,
el celeste y el terrenal.
No es posible 
dejar de aludir al Greco,
en el mismo sentido.

Y, el sol,
más que en una compañía,
se torna en amenaza.



"Sembrador".

Otra interpretación del mismo tema,
pero con una intención más amable...
Incluso podemos advertir 
rasgos más definidos,
en la figura del sembrador...



"La morera".

Esta obra
siempre me ha parecido inquietante...
La morera, 
en lugar de una masa vegetal,
aparece como una llamarada
que se interpone,
en primer plano,
entre el espectador
y el cielo azul profundo.



" Jardín del hospital de Saint Paul".

Un testimonio de su estancia
en ese establecimiento hospitalario.
Seguramente,
como consecuencia
de una nueva crisis...



"Camino en otoño".

Un paseante,
ávido de silencio,
a solas son sus meditaciones...

Sopla el viento...

Pero el espectador,
sólo puede intuir 
su etérea presencia,
por las el vuelo
de las hojas desprendidas,
breves trazos de color,
que cruzan ante los arboles,
antes de posarse en la tierra...



"Las botas".

Alegoría intimista,
de los largos paseos de van Gogj,
en busca de un tema
que pudiera trasladar al albo lienzo...

Las botas... 

Tan inadvertidas,
de puro familiares...,,
 y tan necesarias...

Compañeras 
de largas jornadas de trabajo...

Amigas protectoras
de su peregrinar...

Humilde homenaje
de un gran artista...











(Archivo: cuevadelcoco).









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