miércoles, 16 de noviembre de 2016

No es sólo un grafiti...





Lo encontré por casualidad...

Hacía una noche 
demasiado buena
para haber cruzado
el "ecuador" del otoño...



Y no era un grafiti
de los tantos que contemplamos
a lo largo del año,
aquí o allá...



La música,
era el hilo conductor,
que unificaba las imágenes...



Contenía mucho más...



Era la expresión de un sentimiento,
del efímero
y a la vez permanente,
espiritu de la musica...

Sonidos que conmueven,
que se aferran a nuestra memoria,
y que ya,
nunca nos abandonan...

En la noche otoñal,
esas notas silentes del grafito,
evocaban
el ansia del mundo
por sentirse vivo...











(Archivo: cuevadelcoco.
Imágenes: mirarlook/cuevadelcoco).











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