miércoles, 30 de marzo de 2011

La primavera ha venido...

Sí..., la primavera se ha colado en nuestras vidas... ¿O, acaso, somos nosotros los que hemos entrado en este tiempo, que es el resurgir de la naturaleza...? El cambio de hora nunca nos sienta bien, dicho sea de paso... Lo que no nos sienta bien, de ninguna manera, es el secretismo del gobierno, su actitud de prestidigitador, creando falsas imágenes, colocando tupidos velos, y extendiendo cortinas de humo, entre sus tejemanejes y nosotros, los ciudadanos, que ya, no sabemos qué pensar... El Sr. Rodríguez Zapatero, del todo periclitado, aún sigue mostrando su estereotipada y pertinaz sonrisa, que, más parece un rictus, dicho sea de paso, en todos los eventos donde aparece... Y, ahora, pretende hacerse el interesante, dejando caer un signo de interrogación sobre nuestro maltrecho país... Como si mucho nos importara... ¡Pero hombre, si usted ya no tiene crédito ni entre los conserjes de la Moncloa...! ¡Seguro que ellos lo saben todo...! Por una vez, debiera de quitarse la máscara, dejarse de actitudes teatrales trasnochadas, y mostrar, usted que tanto sabe de talantes, un talante digno... Diciendo, pura y simplemente, la verdad... Si se va, y cuándo se va, si ya ha pensado en un sucesor, si tendremos elecciones anticipadas... Pero no, ya vemos que no quiere ni hablar de estos asuntos... Que se va, está claro y cantado... ¿Cuándo...? ¡Ay, eso le duele...! ¡Ya lo creo que le duele...! Tras ocho años de inoperancia, de falta de previsión, y siempre vagando arrastrado por las corrientes de la incertidumbre, de la improvisación y del desgobierno, bien sabe que sus dos mandatos pasarán a la historia como una etapa sombría... Una etapa digna de la España negra... El tiempo es implacable..., ya lo colocará en su lugar..., puede estar seguro... ¿Y qué sucesor nos tiene preparado...? Porque, entre sus allegados, no hay mucho donde elegir... ¡Bueno...! Ya puede escarbar, ya... Claro, que, como líder de la prestidigitación política, acaso nos asombre con su "audacia", o nos mate de risa... De elecciones anticipadas, no quiere escuchar ni un susurro... ¡Pero el río suena, y bien que suena...! Mientras, van pasando los días... Está claro que quiere vivir unas plácidas vacaciones veraniegas, las últimas como presidente, y se percibe a la legua que desea vivirlas bien... Cuando llegue el otoño..., no le quedará más salida que mostrar sus cartas, porque la partida habrá terminado... Y juegue limpio, porque, si sucumbe a la tentación, y, en un descuido, se le cae algún as de la manga..., entonces sí que la habrá pringado del todo...

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