martes, 10 de marzo de 2009

Carta desde las proximidades de la primavera.


Querido amigo: Es necesario hacer un alto en el camino. Pararse, respirar hondo, y mirar atrás. Dentro de unos días, vamos a entrar en primavera, una nueva primavera, porque las primaveras siempre son nuevas, y siempre se estrenan. Y hace ilusión pensar que los rigores de este invierno, que ha sido crudo y poco amable, si exceptuamos el regalo de algún día de sol, pues ya están aflojando...Los días se alargan y anochece más tarde. La verdad es que el corazón se alegra por esos momento de luz que van creciendo día tras día...
Sí, es necesario hacer un alto, y contemplar esa senda que va quedando atrás... ¡Cuánto tenemos que hablar, y de cuántas cosas..! Hemos visto cómo, lenta pero implacable, la economía mundial se ha tambaleado hasta caer rodando... Hemos visto cómo nunca se nos ha dicho la verdad, cómo se ha disfrazado, dorado y teñido este período duro, incierto, sombrío, del que tardaremos en salir... Porque, aunque nos digan lo contrario, va a ser así..
Comentarios, ruedas de prensa, mensajes... ¡Ufff! Tenemos la cabeza llena de palabras y palabras...
Pero ahora no es momento de lamentaciones, no es momento de quedarse parados, y tras esa breve ojeada a lo sucedido, seguir, seguir , continuar la andadura... No queda más remedio... La vida tiene que seguir, mal que bien, tiene que seguir... ¿Qué es lo que nos queda..? Pues el trabajo y el esfuerzo y el afán de cada día para salir adelante...
Creo que no es cuestión a estas alturas de culpar a nadie. El tiempo señalará a quienes hayan cometido errores, a quienes no hayan estado a la altura, y el tiempo los precipitará en el olvido... Mientras, !adelante¡, sin flaquear, sin falsos sentimentalismos ni nostalgias... Hay que vivir los tiempos que nos tocan, con sus circunstancias añadidas... Se acabó la primavera, llegó el estío, luego, las dulces sombras otoñales... Celebramos la Navidad, que también pasó... Llegaron los carnavales, y también pasaron... Si la vida es ir quemando etapas...
Querido amigo, hemos visto muchas cosas en esta vida... Hemos pasado por tiempos difíciles, que han dejado lugar a épocas más suaves, más amables... El péndulo de la existencia va de un lado para el otro, es así... Hoy abajo, mañana arriba, un poquito enmedio...
Sí, son tiempos difíciles, tiempos en los que hay que afilar el ingenio para sobrevivir... Por otra parte, sirven de lección... Creemos que los instantes felices van a ser eternos, y nos equivocamos.
Todo es un continuo fluir, no hay momentos de pausa...
Tiempos difíciles, que pasarán... Como pasaremos nosotros...
Tú y yo, estamos en una edad en la que comenzamos a ser más de ayer que de mañana... Tenemos demasiado camino recorrido y no sabemos cuánto es el que nos resta por andar...
Por eso, te animo a seguir adelante, a no decaer, a dejarse el alma en todos nuestros actos... A vivir intensamente, igual lo malo que lo bueno... Lo importante es vivir con pasión cada minuto...
No importa esta crisis de la que no se deja de hablar... No importa nada...
Yo te deseo de todo corazón que entres en la primavera con el espíritu alegre, con una sonrisa, con renovadas energías... El sol, con sus rayos bienhechores, es una grata caricia en los mediodías.
La fotografía que te mando es de uno de los frutales del pueblo... Aún no se han abierto los delicados capullos... Parece como si dudaran en extender sus pétalos al viento... Todas las primaveras son hermosas... Pueden pasar los años, pueden quedar atrás días y más días, pero si somos capacez de llevar la primavera en nuestro interior, de sentir que revivimos continuamente, seremos felices...
Algunas noches salgo a dar un paseo... El perro que me acompaña, juguetea, va y viene, ladra, grita, y es que presiente la llegada del buen tiempo. Es que presiente el milagro de la vida que renace...
Los pájaros se alborotan al amanecer... Llenan de trinos el espacio, y es que intuyen que se va a producir el hecho maravilloso de todos los años...
Que esta primavera florezca en todos nosotros como ninguna... Que sea el símbolo de que, a pesar de todos los pesares, hayamos vivido...
Así te lo desea tu amigo
"el Filósofo".

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