...un día apacible y tranquilo de otoño...
No un día más, ni un día cualquiera, sino uno de esos días que te llegan al corazón, porque han sido especiales...
Sin haber sucedido nada importante ni digno de mención...
Quizás precisamente por eso...
El atardecer, calmado, con la silueta de las torres contra el cielo del crepúsculo...
La cercanía de la Navidad, que parece predisponernos a una forma de comportamiento más amable, más amistoso...
Dulces días antes de la Navidad...
martes, 16 de diciembre de 2008
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