viernes, 19 de octubre de 2018

Poesía...cada día...






Mi alma era una sábana tendida
al tibio sol de abril. La primavera
céfiros perfumados de esperanza.
Oh, tiernos compañeros de mis juegos...!

Muchos habéis partido. Aquellos días
pronto se disolvieron en el tiempo
y vuestros gratos rostros son ceniza.
Entre la soledad de los jardines

evoco, vano intento, dulces horas,
jornadas de colegio, vacaciones,
los eternos veranos junto al río,

y las lluvias de invierno en los cristales.
Mi alma era una sábana, prendida
en el sueño feliz que fue mi infancia...











(Archivo: cuevadelcoco).


















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