miércoles, 23 de abril de 2014

En la Cueva del Coco...


Como cada 23 abril, 
el Filósofo
caminando entre breñas
y senderos angostos,
ha llegado a la cueva
de su amigo el Coco.

Sus dos perros,
enormes, 
fieros en apariencia,
juguetean por el camino,
lo olisquean todo,
y se regocijan
de la llegada del buen tiempo...



Inmediaciones de la Cueva del Coco.


El Coco y el Filósofo,
sentados a la entrada de la cueva,
en esta mañana soleada  del 23 de abril,
están un tanto mustios...

Ha muerto Gabriel García Márquez...

- ¿Llegarán nuevos escritores,
igualmente brillantes,
o más,
para suplir a los que se van...?

-No lo sé, amigo Coco, amigo mío..
Es lo que debiera de suceder...
Pero los escritores de hoy,
los jóvenes escritores de hoy,
parece que tienen más ansia de publicar,
de llenar los escaparates de las librerías,
y ¡cómo no!, sus bolsillos,
antes que ofrecer obras
que soporten el paso del tiempo,
que trasciendan
al transcurrir de los años...

- ¡Pues es una pena...!
¿Se llenará el vacío
de los que han partido para siempre...?

- ¡Ay, Coco, querido Coco...!
Yo no soy profeta...
¡Ni lo pretendo...!
Pero cada día se publica más,
con menos valor literario...
Hay mucha bazofia,
mucho libro de temporada...
¡Fuegos artificiales de las letras...!
Subem, estallan, 
iluminan el cielo...,
y caen...
¡Fuegos fatuos de la narrativa...!

- ¡Pobre Gabriel, que se ha ido...!
Yo no sé, si hoy,
en vez de incordiar a D.Miguel,
que debe estar harto de la misma cantinela
de todos los años,
deberíamos leer
"Cien años de soledad",
y que D.Miguel nos perdone...

- Como tú quieras...
Me parece una buena idea...

Mientras, el gato ciego,
instalado cómodamente
en una cesta llena de suaves jerseys viejos,
retazos de mantas,
 copos de lana
que las ovejas se han ido dejando
entre los ya floridos arbustos,
y que el Coco y el Filósofo van recogiendo,
dormita bajo el sol amable de abril,
"enroscado",
cómo sólo saben hacerlo los felinos...

- Tengo una primera edición...,
voy a buscarla...
¡Vuelvo enseguida...!

Y, el Filósofo,
contempla esos lugares para él tan queridos...

¡Que se van llenando de verdor...!

Sí, será una buena lectura...







(Archivo: cuevadelcoco).





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