Pero...¿somos libres...?

¿Que si somos libres...?
La eterna pregunta...
Pues no, no somos libres...
Al cabo del tiempo, nos damos cuenta de que entre una dictadura como fue la anterior, y la actual democracia, no hay tantas diferencias...
Nos hacen creer que la democracia es el paradigma de paradigmas como sistema de gobierno...
Nos lo hacen creer...
Y la realidad es otra.
La democracia, tiene las mismas limitaciones, quizá algunas menos, que la dictadura que conocimos.
Lo que pasa, es que esas limitaciones están avaladas por el sistema democrático, a través de esa utopía que es el sufragio universal...
Cada vez más, el aborregamiento del pueblo español, demuestra que no somos iguales.
¿Cuántos votantes se han leído el programa del partido al que van a apoyar con su voto...?
¡Qué risa...!
Así, el voto, el derecho al voto, sólo sirve para que nuestros políticos se lleven el gato al agua, pero para nada más...
No somos libres...
Nuestro código penal es de los más extensos de Europa.
Léanlo, consúltenlo, y se darán cuenta de que, hasta las cosas más nimias, tienen una posible penalización...
Recoger manzanilla para infusiones, en el campo, conlleva una sanción capaz de dejar temblando el bolsillo del incauto, quien ha creído que, por el hecho de ser una especie silvestre, puede disponer de ella a su antojo...
Y todo así...
Nuestro país, es una democracia preñada de prohibiciones...
Y, sin embargo, hay aspectos, que debieran ser contemplados como infracciones, y no pasa nada...
La libertad...
¿Somos libres...?
Pues, la verdad es que no, no lo somos...
Y, entonces, ¿la democracia...?
¡Ay, pobrecilla...!
Languicede, y se consume, porque nadie se atreve a retocar nuestra manida y ya rancia Constitución...
La libertad...
Mejor pensar en la llegada del buen tiempo...