Ha pasado la Navidad.
Ha pasado, prácticamente, el Día de Año Nuevo.
Y El Filósofo, se siente triste.
Durante unos días, ha recibido la visita de amigos, se ha sentido acompañado, y, de alguna manera, feliz...
Pero, ahora, está solo...
Fernando Fernán Gómez, en una gran película como es "Belle époque", uno de los contados aciertos del cine español de finales del siglo XX, cuando llega el momento de las despedidas, el amante de su mujer dice: "-Despedirse es morir un poco..."
A lo que Fernán Gómez responde: "-Sí, pero lo peor es para los que se quedan..."
Y eso le ocurre al Filósofo.
Él, vuelve a su vida de siempre, a su soledad.
Con el largo invierno por delante, últimamente, se le hacen interminables las horas nocturnas...
Mañana, irá a visitar al Coco.
Y hablarán.
Y evocarán los días luminosos...
Pero, el Filósofo, se siente triste.
Contempla la llanura desde el ventanal, y ve brillar a lo lejos algunas luces...
Son de las casas de labor...
Una luz se apaga. Los habitantes de esa casa se han ido a descansar...
Junto al fuego, los dos perros, sobre una vieja manta, ya en desuso, dormitan...
El gato ciego, también duerme en una cesta de mimbres, medio envuelto entre prendas de lana
que le hacen sentirse cómodo y caliente...
El Filósofo, se ha sentado en su sillón, y ha cerrado los ojos...
Escucha el crepitar de los leños...
Silencio...
Sólo silencio...
No queda sino esperar el nuevo día...
(Fotografía: "Las fotos del Coco").
Escu
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