(P. Neruda)
de sábado, del pasado diciembre.
¡Cuántas veces había contemplado esta imágenes...!
Desde el autobús, andando, desde el coche...,
en fin... ¡Tantas veces...!
Se convirtieron el algo familiar...
Y aquella mañana decidí que ya era tiempo
de hacer unas fotografías, antes de que se deterioraran, o que, la mano de algún
iconoclasta, o algún "grafitero" rival, los cubrieran
con..., quién sabe qué...
Esta imagen parcial, tiene muchísima fuerza...
Tanto el trazo como el color, no son obra de un "grafitero" ocasional...
Allí se escondía la mano de un artista...
Un artista anónimo...
La expresión del rostro,
la posición de las manos,
el dramatismo,
no sé si casual o intencionado,
denotan a un verdadero creador de imágenes...
En algún lugar, ya se perciben daños...
Es imposible defender una obra, que,
en principio, es anónima, y, además,
realizada en un muro...
Una obra, expuesta al sol, a la lluvia,
a la humedad...
Por eso, una fría mañana de sábado,
recogí este recuerdo, y otros más, que mostraré,
antes de que pasen al olvido...,
o desaparezcan...
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