jueves, 25 de abril de 2013

La desaparición del libro en su formato clásico...




El pasado 23 de abril, anteayer, lógicamente se habló de libros...

Siquiera, una vez al año, el libro es el centro de atención...

Pero el libro, en su formato clásico, puede desaparecer...

El libro electrónico, del que me considero partidario,
y además incondicional, tiene sus ventajas...,
muchísimas ventajas...

En una simple tarjeta SD, se puede almacenar una biblioteca media...

No ocupa nada más que un pequeñísimo espacio,
y, sin embargo, contiene lo que sería 
un enorme volumen...

Todavía estoy ligado sentimentalmente a mis libros...
A mis libros de siempre...
Que llenan estanterías del suelo al techo...

Libros que tienen un significado 
de carácter sentimental...

Es lógico...

Me han acompañado durante toda mi vida,
han ido engrosando la biblioteca,
y me traen multitud de recuerdos...

¡Pero ya no sé qué hacer con los libros nuevos...!

No sé dónde colocarlos...

Hay estanterías, donde me he visto obligado
a "aparcarlos" en doble fila...

Hace dos o tres navidades, 
mi hijo llegó con un libro electrónico...

Mi regalo de Navidad...

El caso es que recuperé la pasión por leer...

No la había perdido, como yo creía...

Mi vista se estaba resintiendo...,
pese a las gafas "de cerca"...

Con el libro electrónico,
ya no tengo problemas...

Leo sin gafas,
lo llevo conmigo en los viajes,
en la consulta del médico,
en los trayectos de autobús,
y cuando, al final del día,
ya metido en la cama,
todavía no me veo rendido por el sueño,
recurro a él...

Hay nostálgicos recalcitrantes y pertinaces,
que me hablan de las excelencias del libro
en su formato tradicional...

Que si el susurro de las páginas,
que si el tacto de las cubiertas,
que si el olor tan familiar...

Sí..., todo está muy bien...

Cuando, allá por el principio de los 90,
mi hijo tuvo su primer PC,
descubrí un mundo insospechado...

¡El universo a mi alcance...!

¿De que sirven ya las enciclopedias...,
que aún hay obstinados que se empeñan en venderme...?

Todo está en internet...

Frente a mí, una estantería,
del suelo al techo, 
repleta de libros...

Es una de ellas...

Y, conmigo, el libro electrónico...

Comodidad, lectura que no cansa la vista,
y la posibilidad de cambiar de título,
sin nada más que accionar un pulsador...

Con todo, de vez en cuando compro algún libro...

Cabe preguntarse, si, el libro, como icono familar
y hogareño, está cerca de su fin...

Todavía no...

Los ecologistas pueden estar de enhorabuena...

Ya no se talarán más árboles 
para la industria del papel destinado a los libros...

Pero nosotros, quizá no veamos ese día,
porque aún queda mucho camino por recorrer...

Y muchos intereses y egoísmos...

Como siempre que surge una innovación...

Como siempre...




(Archivo: cuevadelcoco).


1 comentario:

félix dijo...

Estoy de acuerdo en todo con mi amigo "el coco" pero con una tarjeta SD no se puede calzar una mesa.
Un abrazo.
(es broma)