viernes, 18 de enero de 2013

D. Mariano, reflexione...



Buenos días, D. Mariano...!
Son algo más de la siete de la mañana,
y... ya ve, aquí estoy, con la sana intención 
de decirle algunas cosas...

Comenzaré con el hecho de que los telediarios,
los informativos en general, 
sólo hablan de corrupción, de malversaciones,
de desviaciones de dinero..., 
que, a fin de cuentas,
y esa es la triste condición humana,
junto con el sexo, 
son los dos motivos que mueven el mundo...

Es una pena, pero cada día se destapan nuevas 
y podridas historias, 
con lo que se llega a la conclusión 
de que en la clase política,
no hay buenos ni malos, ni siquiera regulares...

Todos pasan por el mismo rasero...

No se salva nadie...
Usted tampoco, no vaya a pensar que..

Y dan unos engurrios que ponen mal cuerpo...

Por otro lado, jamás se ha visto más represión
que durante el tiempo que lleva usted gobernando...,
si se puede llamar gobernar a su forma 
de hacer las cosas...

Es decir, tergiversando, cambiando de rumbo,
tanteando continuamente el terreno...,
(...esto me recuerda algo ya vivido...),
y contentando al capital,
para que no se cabree...

Usted es débil, D. Mariano...
Y se ahoga en un vaso de agua...
 Cuando siente que el líquido elemento 
le llega a los tobillos,
se echa a temblar, 
pensando en lo que sería 
cuando comenzara a rozarle la barbilla...

Y... ¿qué hace...?

Pues espera al viernes, y nos anuncia
que va a aplicarnos una nueva vuelta de tuerca
en el potro del tormento que es este país...

¡Si ya sabemos su táctica...!

Todos los viernes, con usted, son negros...

Fíjese..., a pesar de que no trago al Sr. Más,
tengo que reconocer que es más listo
y más inteligente que usted...
Porque sabe salirse con la suya,
 tiene más voluntad,
y sabe usar de su mano izquierda...

 Le importa un comino que se le vea el plumero,
con tal de conseguir sus propósitos...

El Sr, Más quiere perpetuarse en el poder...

Aunque sea a costa de hacer demagogia,
y ofrecer perfumados ramilletes
a sus posibles votantes...

¡Como todo político...!

Ya lo decía D. Adolfo Suárez,
 sin pelos en la lengua...,
que el objetivo de todo político es alcanzar el poder...

Pero, usted, no sé qué demonios quiere alcanzar...

De momento se ha ganado la antipatía 
de la mayoría de los ciudadanos...

¡Mala cosa...!

¡Mal asunto...!

Por el camino que ha tomado, 
llegará a la autodefenestración...

(¡Qué cosas se dicen a estas horas de la mañana...!
¡Claro...!
Con la mente aún no contaminada por las heces del día...)

A la suya y a la de su partido...

Y si encima, usted, como ya le he dicho, es débil, 
manifiestamente débil, 
y demuestra poca inteligencia
en el ámbito político...,
pues ya verá, ya...

El país está descontento,
la pequeña y mediana empresa, también,
los funcionarios están descontentos...

¿Hay alguien con ganas, no ya de reírse,
o, siquiera, de sonreír...?

Sólo usted y sus acólitos y paniaguados...

España, término con el que se le llena la boca
de vez en cuando, 
aunque vanamente...,
está triste, no hay alegría,
sólo pesadumbre... 

 Los ciudadanos comenzamos a mirarle,
no ya con recelo, que eso ya lo hemos hecho,
sino con inquina...

Porque usted representa lo que no queremos...

Lo que no deseamos...

Representa ilusiones y esperanzas 
tiradas en el polvo,
y arrastradas 
por los vientos de su indiferencia...

D. Mariano..., 
que así no vamos a ninguna parte...

Como ya es habitual,
vuelvo a tentarle con la visión de su despachito,
de su vida tranquila y aburguesada,
de la partida con los amigos 
un par de tardes por semana,
mientras "arreglan" el país...

Ande..., vuélvase a su tierra,
y déjese de politiquear,
que le viene grande...

¡Sea feliz, hombre...!

Y háganos felices, con su ausencia,
a todos los españoles...



(Archivo: cuevadelcoco).








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