lunes, 9 de mayo de 2011

¡El Coco ha recordado...!

Domingo, 1 de mayo.

El Coco y el Filósofo, habían ido paseando hasta un bosquecillo cercano a la cueva. Sentados a la sombra, porque el sol "picaba" a eso de las tres de la tarde, contemplaban la llanura.

De pronto, el Coco, se ha levantado y ha comenzado a danzar entre los árboles, gritando:

-¡He recordado, he recordado...!

El Filósofo, sorprendido, y sin saber qué hacer ni qué decir, ha esperado a que el Coco se calmara...

Por fin, vuelve el Coco a la acogedora sombra, y sonriente, confiesa al Filósofo:

-¡He recordado..., por fin, he recordado...!

Silencio.

-¿Quieres saber cómo ha sido mi recuerdo...?, pregunta al filósofo.

-Si quieres contármelo...

-¡Pues claro que quiero...! ¡Ha sido tan fugaz...! Pero he visto un rostro, dulce, bello y amable, que me sonreía... Y me decía algo que no pude oír... ¡Y eso ha sido todo...!

Dice el Filósofo: -¡Quién crees que puede ser...?

-No lo sé... No lo sé... ¡Pero ha sido un recuerdo, estoy seguro...! Aunque no sé nada más... Era un rostro de una mujer joven, de cabellos color de trigo maduro, y ojos un tanto tristes... Me miraba con cariño... Y se ha desvanecido enseguida...

Queda el coco, deleitándose con su recuerdo...

El Filósofo, prefiere no hacer conjeturas...

Sobre ellos, planea el milano. Los dos perros, tumbados en la hierba, duermen...

La tarde sigue avanzando...



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