domingo, 14 de septiembre de 2008

Tiempos inciertos.


La mayor desgracia que le puede suceder a un país, es caer en el desgobierno.

Y nosotros, donde se cumple eso de que "...a perro flaco todo son pulgas...", pues no podía dejar de pasarnos...

Un gobierno débil, es una desgracia en tiempos de bonanza.

Un gobierno débil en tiempos de crisis, de recesión, es una catástrofe.

El ejecutivo ni gobierna ni deja de gobernar.

Todo parece movido por la inercia.

Porque los ciudadanos siguen adelante a pesar de todo. ¡Y dichosos los que pueden seguir adelante!

Porque los que dan con sus huesos en las listas del paro, difícil va a ser que arranquen.

Nuestro ejecutivo es acomodaticio, veleidoso, sin empuje... Ni gobierna ni deja de gobernar...

¿Que viene la crisis...?

Bueno, pues el ejecutivo se cruza de brazos, eso sí, después de haber despilfarrado palabras, vanas, por supuesto, y que sea lo que Dios quiera.

¿Medidas...?

Aún no se conoce ninguna que tenga el suficiente poder para afrontar los tiempos que vienen, y que ya han venido, que ya están aquí.

Malo, muy malo pinta.

El jefe del ejecutivo no sé por quién se deja aconsejar, sobre todo en materia de economía.

No creo que el señor Solbes sea el más indicado.

A mí me parece que el señor Solbes, lo que sabe de economía cabe escrito en un papel de fumar...

En fin, una pena...

(Se incluye una fotografía del jefe del ejecutivo: ¿Está cavilando sobre algo, o simplemente, esa expresión es la habitual cuando no muestra su sonrisa-Netol..?

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