domingo, 26 de noviembre de 2023

A los cuatro vientos...






"La primavera".

Alessandro Felipeppi, "Botticelli".


En esta obra, llena de simbología, 

podemos hallar varios elementos mitológicos.

Los más destacables, son los vientos.

Hay frases y expresiones que han caído en desuso,

quizá porque son sustituídas por otras,

o puede que ya no correspondan al hablar cotidiano.

Una lengua, un idioma, 

es algo vivo, que evoluciones

y nunca permanece estático.

A los cuatro vientos...

"Lo gritó a los cuatro vientos..."

"Lo anunció a los cuatro vientos..."

"Se propagó a los cuatro vientos..."

Y muchas más, usando a los vientos 

como divulgadores ,

acaso portadores de un hecho o suceso...

Pero...¿quiénes eran esas cuatro rachas tan famosas...?

Bóreas, en primer lugar, 

traía y sigue trayendo el frío viento invernal. 

Fuerte y violento, su nombre significa devorador.

Tuvo dos hijas con Erectea,

Quione, o nieve, y Aura, brisa.

Su violencia ha sido evocada por todos los poetas,

desde el mismísimo Homero.

Euro, que viene del este, 

es quien trae el calor y las lluvias de verano.

Noto, viento del sur,

portador de las lluvias de finales de verano,

y también las del otoño.

Finalmente, Céfiro, que sopla desde el oeste, 

y lleva consigo las suaves brisas primaverales.

¡Que tardarán en llegar...!

Cuando vivía en la pequeña ciudad,

cerca de las montañas del norte,

y cuando en invierno se iba alejando,

de pronto, llegaba Céfiro.

Suave, dulcemente perfumado,

arrastrando consigo el perfume de los arbustos en flor...

No siempre era puntual...

Podía adelantarse a finales de febrero,

o retrasarse hasta bien entrado mayo...

Siempre era bienvenido...

Y con él, la esperanza de días soleados,

de tímidas hojas en los árboles,

y de agradables mediodías...








(Archivo: cuevadelcoco).





jueves, 23 de noviembre de 2023

Andanzas escolares: Las Fiestas del Colegio...







"La última Comunión de San José de Caasanz". 

Francisco de Goya.



Tras dos meses largos y rutinarios, 

cuando aún no se había borrado de nuestros ojos

el resplandor de los soles estivales,

y la caricia del agua del pequeño río

donde buena parte de la familia 

íbamos todas las mañanas

en busca de la sombra de los altos álamos,

llegaba un tiempo, que era como un respiro, 

una dulce tregua antes de la Navidad.

Las fiestas de colegio,

en honor del Santo Patrón,

comenzaban en forma de partidos de fútbol,

de alguna sesión se cine,

y, siempre, con el atractivo añadido

de saltarnos algunas clases...

José de Calasanz, 

el fundador de las primeras escuelas cristianas gratuítas,

era para nosotros el abuelito amable y bueno,

el santo al que todos venerábamos,

en mayor o menor medida.

Quien velaba por los niños,

y nos protegía desde donde quiera que estuviese.

¡Ah, el antiguo colegio...!

Sombrío y lleno de misterios...








(Archivo: cueva del coco). 

  

jueves, 2 de noviembre de 2023

2 de noviembre...

 






2 de noviermbre.



Que os llene Dios de dulce paz y olvido

y os limpie totalmente la memoria

de  cuantas sombras fueron vuestra historia

y el sueño fantasmal de haber vivido.


En tan largo camino recorrido,

vertido sin pasar pena ni gloria,

fuísteis el agua lenta de la noria

que regó un tiempo apenas percibido.


Y cuando se os quebró el frágil latido

y vuestras manos se tornaron frías,

mi corazón, cansado y dolorido


hubo de atarse al curso de los días.

Bajo el cielo invernal, descolorido,

evoco aquellas viejas alegrías.








(Archivo: cueva del coco.

Imagen: mirarlook/cueva del coco

Dedicado a Yayo Félix).




viernes, 27 de octubre de 2023

Regresos...







 Sigüés. Zaragoza.


Se suele decir 

que no debemos volver a los lugares 

donde hemos sido felices...,

o lo contrario...

Pasó el día de Navidad, 

y el 26 de diciembre, 

por la carretera antigua de Zaragoza, 

alcanzamos el Puerto de Oroel...,

y seguimos adelante...

Llegamos a Sigüés, y me pareció un lugar extraño...

Muy diferente de aquel otoño,

cuando corría por los caminos,

entraba en la viñas,

y los agricultores me ofrecían hermosos racimos

de dulcísimas y sabrosas uvas negras...

Un otoño "amarillo"...

Yo le recuerdo así...

Vivíamos en una casa de recios muros de piedra,

orientada al sur.

El edificio de las escuelas,

donde mi padre se ocupaba de una "unitaria",

es decir, un aula donde se juntaban chicos y grandes,

era de una sola planta.

A la izquierda, el maestro.

A la derecha, la maestra.

Y eso era todo...

En los armarios, al fondo de la clase,

abundancia de libros, que yo devoraba...

Fue un otoño amable, muy tibio,

y muy seco, también...

Higueras por todas partes...

Pero aquello duró poco.

Trasladaron a mi padre a un pueblo, 

cerca del pantano de Yesa,

continuamente envuelto en nieblas,

y de allí, me mandaron de vuelta, con mis abuelos.

Ese día de diciembre, cuando faltaba muy poco

para estrenar el último año del siglo XX,

intentaba extraer recuerdos, y hallé muy pocos...

La casa, había cedido al embate del tiempo,

de las lluvias y del abandono,

y apenas si quedaban de ella

unos muros derruídos, piedras sueltas,

y una triste sensación de lejanía en el tiempo...

¿Yo había vivido allí...?

¿Dónde estaba el balcón por el que me asomaba al descampado?

La pequeña ventana del cuarto de mis padres,

que olía siempre a romero y lavanda,

tampoco existía...

Algunas calles, la plaza, la iglesia...,

sí, estaban como yo las recordaba...

Pero, el resto, huído de mi memoria,

ya nada me evocaba...

El edificio de las escuelas,

tenía otro uso...

Y salimos de allí...

Durante el regreso, apenas dije nada...

El tiempo es implacable,

y, aun así, 

pretendemos abarcar el pasado y el presente...

Y nunca es posible...










(Archivo: cuevadelcoco.)





jueves, 21 de septiembre de 2023

Días de verano... (13)







Claude Monet: "Verano".


¡Ay, cómo van cayendo los granos de arena del estío...! 

Esas tardes, 

tremendamente calurosas,

van quedando atrás..., muy atrás...

¿Recuerdos...?

¡Muchos, muchísimos...!

En las horas nocturnas,

cuando el sueño no acudía, debido al calor,

la compañía de un libro,

era lo mejor que podía tener.

A veces, el alba llegaba,

y me sorprendía con las gafas puestas,

mi libro entre las manos,

y un gato a los pies de la cama, 

dormitando, feliz...

Seis y media.

Aunque lo intentara, 

imposible volver a dormir.

El canto de los pájaros,

alegres, por el nuevo día...

Luego, la sombra del pequeño parque,

bajo los enormes pinos...

Hasta que el calor me echaba de allí.

¡Y el verano se va!

Se despide con lluvia.

Un chirimiri constante, tranquilo,

sin estrépitos.

El otoño llega,

con su suave cadencia.

Llega despacio, sin prisa ninguna.

El otoño,

que invita a la calma...

A recorrer los caminos,

que huelen a lluvia...








(Archivo: cuevadelcoco).



lunes, 11 de septiembre de 2023

Días de verano... (12) Sobre las Artes...








 Una primavera húmeda...

La lluvia, fina pero constante,

se prolongó hasta finales de abril.

Había pasado la Semana Santa,

ese período de tregua, 

antes de que el curso iniciara la recta final.

Y esos días, habían transcurrido veloces,

entre procesiones, tambores 

y el agudo sonar de las trompetas,

ese son ácido, hiriente,

que en la tarde del Jueves Santo,

parecía multiplicarse por mil.

Volvimos a las aulas, 

sintiendo un peso,

una sobrecarga sobre nuestros hombros, 

que sólo aliviaba la idea 

de que el curso terminaría pronto...

Cierta mañana, nuestro profesor de Latín,

comentó una frase que habíamos traducido:

"Ars est omnium dolorum refugium".

El arte, es el refugio de todas las penas...

El lugar, si puede llamarse así,

donde el pensamiento humano puede hallar consuelo.

Nunca olvidé, ni la cita latina, ni su traducción.

Y es que, el Arte, con mayúscula,

siempre termina aclarando los horizontes más sombríos.

Pasó aquella mañana húmeda,

dando paso a un mes de mayo, luminoso y sonriente.

Y ha pasado el tiempo.

De lo que nunca me arrepentiré,

es de haber tomado ese camino,

verdadera ayuda, sólido soporte,

para avanzar por la sendas de la vida...








(Archivo: cuevadelcoco).





jueves, 31 de agosto de 2023

Días de verano... (11) ¡Querida abuela...!










 

¡Querida abuela...!

31 de agosto... 

Ha sido un mes de contrastes.

Muchísimo calor, y días fríos...

Este año, has tenido tus geranios,

esos geranios "de áspera fragancia y roja flor",

que cuidabas con cariño...

Al final de la tarde, 

el abuelo llenaba de agua la vieja regadera,

para refrescarlos 

de los implacables ardores del sol.

Con la mirada, perdida en la lejanía,

seguramente evocabas otros tiempos,

que, acaso, fueron para ti

más dorados y llenos de luz...

En la ciudad, cerca de la frontera,

han cambiado muchas cosas.

Demasiadas.

Pero aún hay rincones 

por donde el tiempo y la piqueta destructiva,

todavía no han hecho mella...

Rostros nuevos en las calles,

y, entre ellos, alguno conocido.

Muy pocos.

¡Ay, abuela...!

Viajamos en el tiempo,

y sin darnos cuenta,

dejamos años detrás...

Esa mañana de agosto, calurosa, te recordé,

 mientras colocaba los dos tiestos de geranios...

Al fondo, la Montaña, impasible,

reducida a una silueta, por la calima...

Y el momento de decirte adiós...

Aunque los adioses no existen...

Te llevo conmigo,

entre mis recuerdos más preciados...

Y, como siempre...

¡Te quiero, abuela...!










(Archivo: cuevadelcoco.

Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).







viernes, 4 de agosto de 2023

Días de verano... (10) Despedidas y regresos...






"La llegada".

Obra de Cristóbal Toral.



Durante muchos meses, 

la casa era un lugar solitario.

Habitaciones en las que apenas entrábamos,

sobre todo en invierno...

Mis abuelos y yo, 

contemplábamos el ciclo de las estaciones.

El otoño y su grata monotonía.

El invierno, duro, frío y oscuro.

La primavera, que alegraba un tanto el espíritu,

con sus días, que iban creciendo lentamente.

Florecían los melocotoneros de la terraza,

los ciruelos del jardín vecino,

el peral, cargados de años ,

y la parra, que retornaba a la vida,

mientras sus hojas, tiernas y diminutas,

asomaban tímidamente al sol de abril...

Sí, quizás la primavera contenía una esperanza...

A finales de junio, comenzaban los regresos.

Y, en julio, la casa ya estaba llena.

Una avalancha de tíos, primos, 

primas, tíos abuelos...,

y mis padres y mi hermano.

La abuela se alegraba, 

no cabía en sí de gozo,

y no sabía qué hacer para contentarlos a todos...

Ella, en el fondo, 

tenía una pena que no deseaba mostrar...

Su hermano Paquito, 

que emigró a Buenos Aires con su mujer.

Llegaban cartas desde el otro lado del Atlántico,

pero Paquito,

que se fue en el año 33, no regresaba.

En alguna ocasión, nos hablaba de él.

"-...cuando venga mi hermano Paco, 

os va a llenar de regalos,

os dará todos los caprichos...".

Pasaba el tiempo,

y todo quedaba en un ir y venir de cartas.

Argentina había dejado de ser un país rico.

La moneda por los suelos.

"...cuando suba la moneda, volveremos a España..."

Mi abuelo llamaba a esto "la eterna canción".

Mientras, la casa se llenaba de voces alegres,

de risas de niños,

de cenas bajo la parra...

Mientras, a lo lejos, pitaban los trenes...

Que aún cruzaban la frontera,

porque la línea no se había interrumpido.

¡Ay, los trenes...!

Aquellas locomotoras, gigantes, pesadas,

que resoplaban en la estación,

como caballos impacientes...

Mañanas de verano...

Me gustaba salir a la terraza, muy temprano,

para contemplar el milagro

de las campanillas azules, recién abiertas...

El rocío de la noche, en sus delicadas corolas...

¡Tantas cosas cabían en el verano...!

La estación plena de luz...








(Archivo: cueva del coco).


 

viernes, 28 de julio de 2023

Días de verano... (9)











 


Anclado en este puerto solitario,

-las gaviotas se fueron hace tiempo-,

dejo pasar las horas. Cada tarde

retornan los recuerdos fugitivos


y ocupan los lugares más oscuros,

hasta salir volando con el alba.

Este puerto imposible, soñoliento,

que ve pasar las velas extendidas


de quienes todavía buscan islas

lejanas y sin nombre, ya no espera

nada más que el olvido. La nostalgia,


con sus velos de niebla, que me ocultan

los soleados días de mi infancia,

ha silenciado el canto de las olas.










(Archivo: cuevadelcoco.

Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).






lunes, 24 de julio de 2023

Días de verano... (8) Miedo...






 


¡Que viene el Coco...!



"...era una tarde de julio,

luminosa y polvorienta...!

A. MACHADO.



Tiempos de ver, oír y callar. 

Sólo eso...

En la tarde de verano,

escuché una conversación,

sobre la ola de calor que se acercaba.

¡Una ola de calor!

¡Qué sabía yo, a mis siete años,

lector infatigable de tebeos,

y amigo de los gatos del vecindario,

que acudían a nuestra terraza...!

Sentí miedo, muchísimo miedo,

¿Cuándo termina la infancia...?

Lo cierto es que la infancia

no se pierde en un momento determinado...

Se va diluyendo como un terrón de azúcar...

Quizás, aquella tarde tormentosa,

mi niñez comenzó a desaparecer...

Sin que me diera cuenta...

El miedo que sentí, era diferente.

No eran los miedos familiares,

como "la mano negra", 

que mi padre usaba a menudo para asustarnos. 

O "el Coco"...

Ni siquiera los miedos que nos infundían en el colegio.

Había algo más...

El temor a algo de lo que no podía ocultarme, 

algo, que estaba por encima, 

muy por encima de mí...

Pasó el verano.

Y los años.

Pero aún recuerdo ese momento...

¿Comenzó allí el declive de mi infancia...?

¡Quién sabe...!

Todavía viví años despreocupados,

años de juegos, de soles primaverales,

de sueños felices...

¡Dichoso el que aún conserva 

un pedacito de infancia!

Que nunca pudo diluírse

en las aguas turbias de la existencia...










(Archivo: cueva del coco).


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jueves, 6 de julio de 2023

Días de verano... (7) ¡Adiós, Chiara!

 






Chiara. 18 años.


Viniste a nosotros un día de verano...

Sí, ya era verano...

Una mañana de junio, 

luminosa y algo cálida...

Te llamamos Chiara, 

como Santa Chiara de Asís...

Aunque, familiarmente,

siempre has sido "la peque"...

Hasta el último momento...

Esta tarde, nos has dicho adiós...

Muy dulcemente,

has entrado en un sueño 

del que ya no has despertado...

O quizá sí...

Quizá hayas despertado en un lugar amable,

y seguro que has buscado un cuadrado de sol...

Y allí, acariciada por el sol primaveral,

suave y bienhechor,

hecha un ovillo,

habrás seguido durmiendo...

¡Qué hueco has dejado, gatucha...!

Siempre te recordaremos,

porque has sido nuestra amiga...

Compartiendo momentos, 

que ya son inolvidables...

No, adiós no...

Puede que un día, 

cuando crucemos a la otra orilla,

nos recibas con tu mirada cariñosa,

y acudas a sentarte en nuestra rodillas,

ronroneando...

Siempre te recordaremos...










(Archivo: cuevadelcoco.

Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).

miércoles, 5 de julio de 2023

Días de verano... (6)







 Pierre-Auguste Renoir: "Jóvenes al piano".


"...recuerdo el piano

de aquella niña

que había en Sevilla..."

Carlos Cano.


Puede que fuera una noche como ésta,

perdida en los laberintos de la memoria...

Aunque estoy seguro de que fue una noche de julio.

Entre dos luces,

antes de que los ruiseñores comenzaran a cantar...

El viento traía

en sus brazos tibios,

la irrepetible fragancia

del heno recién segado...

Y una bendita quietud,

una memorable calma,

punto final

de las inquietudes del día...

Un piano, 

comenzó a deslizar una suave melodía,

que llegaba al corazón del alma,

que invitaba a escuchar en silencio...

Un piano, 

como preludio de la noche,

llenando el espacio dulcemente...

Aquel verano, que queda muy lejos,

quise volver a escuchar aquella música,

evocadora de otros tiempos,

y que, en ese momento mágico,

revivía recuerdos perdidos...















 

martes, 4 de julio de 2023

Días de verano... (5) Una nueva historia de espejos...








"La Venus del espejo".

Diego Velázquez.



Aquel espejo, en la entrada, nunca me gustó.

Y no era el único...

Observé que todos pasaban de largo,

y si tenían que contemplarse un momento,

antes de salir, 

lo hacían en el otro,

el que estaba encima de la mesita,

de líneas delicadas, y el jarrón,

con las flores artificiales confeccionadas por la bisabuela.

¡Parecían tan reales...!

Una tarde de tormenta,

de aquellas tormentas de verano,

con todo el aparato eléctrico desplegado,

truenos retumbantes,

que hacían temblar los sólidos muros de nuestra casa,

y cataratas de agua...

A la mañana siguiente,

observé que se había inclinado hacia la derecha,

muy poco, un par de centímetros.

Yo, que era un tanto maniático con esos detalles,

lo enderecé, a pesar de mis pocas simpatías por él.

Con cierto sobresalto, 

contemplé, y no sin algún temor,

que las imágenes reflejadas no estaban derechas.

En invierno, quedaba cubierto por los abrigos,

chaquetones, y otras gruesas prendas...

Ha pasado el tiempo.

¿Qué fue de aquel espejo...?

Nunca lo he sabido.

Leyendo a Borges, 

he recordado su opinión sobre los espejos:

"...son abominables, 

porque multiplican la especie de los hombres..."










(Archivo: cuevadelcoco).

 


 

 

viernes, 30 de junio de 2023

Días de verano... (4) Versos entre dos luces.







 



La tarde, desvanecida.

Con geranios y claveles

a la sombra de la parra.

Y el viento, entre los laureles.

Sonaba lejos, muy lejos

 eco de mil cascabeles,

y  tiernos cantos de infancia, 

sabor de perdidas mieles.

Navegando en el ocaso,

inmaculados manteles.










(Archivo: cuevadelcoco.

Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).


 



ev

ocando

Días de verano... (3) Juan, el Precursor.







Juan, el Bautista.

Leonardo da Vinci.



Se encendieron las hogueras.

En plazas, llanos, descampados, playas...

La noche de San Juan,

el Precursor.

La voz que clamaba en el desierto.

La voz que decía la verdad.

Que anunciaba tiempos nuevos.

¡Juan, el pobre, y, a la vez, dichoso Juan...!

Bautizaba con agua,

incitando a dejar atrás todas las sombras.

Y mirar hacia adelante con ojos limpios,

libres de las telarañas polvorientas,

que evocaban días oscuros y esquivos.

Juan...

El pobre Juan, salido del desierto,

estragado el estómago,

pero con la mirada brillante,

y la voz como el trueno.

¡Preparad los caminos!, gritaba.

¡Preparad las sendas y veredas, 

que ya está muy cerca!

Algunos, lo escucharon y siguieron.

Otros, pasaron de largo.

¡Está loco y apesta! Son palabras de alguien

que ha perdido la razón.

Juan, seguía bautizando y clamando.

La voz del Precursor.

¡Juan, bendito Juan!










(Archivo: cuevadelcoco).




 

sábado, 24 de junio de 2023

Días de verano... (2)











 

Podría ser un verano tranquilo y apacible...

Pero ya veo que no...

Hace tiempo que el mundo,

nuestro mundo, 

nuestra casa,

dejó de ser un lugar seguro...

De niños, 

en algún momento, 

acaso en mitad de nuestros juegos, 

alguien decía: "...me voy a casa..."

¿Por qué se iba...?

Quizá porque necesitaba en ese momento

el contacto con el ambiente familiar,

con los espacios, objetos y personas,

que conformaban su mundo...

Se jugaba en la calle...

"...la calle es la casa de todos...", nos decían...

Sí, pero nuestra casa sólo era una...

El núcleo de la vida,

de esas existencias que apenas rozaban los diez años...

Allí, tiempos austeros, 

se desarrollaba, de año en año,

la faceta más importante: Sentirnos protegidos.

¿Qué es el mundo, a fin de cuentas...?

¿Qué es este planeta...?

Una esfera, que no llega a ser perfecta, 

y que viaja por el espacio,

alrededor de una estrella,

que no es la más grande,

situada en los confines de la galaxia...

Y que ya no es un lugar seguro...

Vivimos en la incertidumbre,

en la eterna duda, 

somos un suceso aleatorio...

Como lo es tirar los dados sobre la mesa...

Comenzamos un verano,

y no lo comenzamos bien...

No es pesimismo, es la realidad.

A veces, hay que enfrentarla, aunque nos duela.

Y, en esta ocasión, nos duele, y bastante...

El verano...

Interminables ocasos,

fuego al mediodía

y algo de frescor en los amaneceres...

Pero, el mundo, ya no es un lugar seguro...










(Archivo: cuevadelcoco.

Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).



 





 

jueves, 22 de junio de 2023

Días de verano... (1)







Ayer,21 de junio, 

estuve hablando casi una hora con mi amigo,

mi amigo de toda la vida,

y que, a pesar de los pesares, 

del tiempo, la distancia,

y un sin fin de peripecias,

seguimos siéndolo...

Evocamos recuerdos 

de nuestra adolescencia y juventud...

Porque no hay nada 

que endulce y aclare el pensamiento

como recordar momentos gratos,

sobre todo si han han compartido en una época

"de vino y rosas"...

Al menos, rosas sí que había...

Y luego, los libros...

¡Ay, los libros...!

La pasión de nuestras vidas...

¿Qué hubiera sido de nosotros sin los libros...?

Y, por último, las chicas,

aquellas chicas que solíamos idealizar,

adoradas en el altar de nuestros sueños...

Compañeras de Bachiller, 

aquél Bachiller de antaño...

Mas de una nos quitaba el sueño,

o lograba distraernos con el aura de sus cabellos 

bajo el sol primaveral...

Luego, la noche, la soledad y el silencio...

21 de junio...

Verano.










(Archivo: cuevadelcoco.

Imagen: mirarlook/cuevadelcoco). 




 

lunes, 12 de junio de 2023

Ha pasado un año...







 

Ha pasado un año...

La parra silvestre asoma de nuevo...

Pero...¿Es la misma...?

Quizás Heráclito tuviera alguna respuesta.

O, acaso, meditara,

sin llegar a ninguna conclusión...

Ha pasado un año...

¡Cuántas cosas hemos visto...!

Demasiadas, o demasiado pocas,

según se mire. 

A nueve días del verano, 

las lluvias van y vienen.

Cielos de azul brillante y profundo,

nubes densas u oscuras.

El mismo contraste de nuestras vidas.

Esta tarde, he encontrado un ejemplar

de "El lobo estepario".

Herman Hesse, sigue atrayéndome.

Un ejemplar, de A/E, 

desencuadernado, con hojas sueltas,

y una fecha al principio.

Fecha, que prefiero dejar en el limbo del tiempo.

Hay otros dos ejemplares más,

el último, se mantiene sin esos desperfectos

que ocasiona el hecho

de ser un libro recurrente...

También se vuelve a los libros.

Se recuerda con ellos,

porque son, y han sido, parte de nuestra vida.

Volver...

Como el tango de Gardel...

Volver...

A veces, me pregunto para qué volvemos...

Tampoco he hallado una respuesta...












(Archivo: cuevadelcoco.

Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).













miércoles, 22 de febrero de 2023

Andanzas escolares: Miércoles de Ceniza...

   







Miércoles de Ceniza...

Comienzo de las Cuaresma...

La primera vez que participé en este rito, 

fue en el colegio...

Era un colegio de Misa diaria, incluídos los domingos...

Y ese miércoles, como todos los alumnos, 

me arrodillé ante el altar,

mientras el padre escolapio que había celebrado, 

tomaba con los dedos un pellizco de ceniza,

y me trazaba una Cruz en la frente:

Seguramente diría aquello de "polvo eres...",

pero no lo recuerdo bien...

El caso es que, al entrar en el aula, tras el recreo,

no quedaba ni señal...

Siempre andaba el listillo, enteradillo, 

o como se quiera llamar, 

advirtiendo que "era pecado" quitarse la ceniza de la frente...

"Pulvis es, et in pulverum reverteris..."

Quizá lo dijo así, en latín, 

por eso no me enteré...

Esa frase, que recoge la terrible verdad

de la existencia humana...

Éramos niños.. Y con la vida por delante...

¡Ay, la vida...!

luces y sombras, penas y alegrías...

Pero, en aquel momento, 

sólo éramos eso: Niños...










(Archivo: cuevadelcoco).