Ayer,21 de junio,
estuve hablando casi una hora con mi amigo,
mi amigo de toda la vida,
y que, a pesar de los pesares,
del tiempo, la distancia,
y un sin fin de peripecias,
seguimos siéndolo...
Evocamos recuerdos
de nuestra adolescencia y juventud...
Porque no hay nada
que endulce y aclare el pensamiento
como recordar momentos gratos,
sobre todo si han han compartido en una época
"de vino y rosas"...
Al menos, rosas sí que había...
Y luego, los libros...
¡Ay, los libros...!
La pasión de nuestras vidas...
¿Qué hubiera sido de nosotros sin los libros...?
Y, por último, las chicas,
aquellas chicas que solíamos idealizar,
adoradas en el altar de nuestros sueños...
Compañeras de Bachiller,
aquél Bachiller de antaño...
Mas de una nos quitaba el sueño,
o lograba distraernos con el aura de sus cabellos
bajo el sol primaveral...
Luego, la noche, la soledad y el silencio...
21 de junio...
Verano.
(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).
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