"El DDT", era una revista de humor, supuestamente para adultos.
No el "para adultos", que conocemos hoy, y que indica un contenido de tipo sexual, más o menos susceptible de herir la sensibilidad ...
"El DDT", era una revista para adultos, por la segunda intención de sus chistes, que, en el fondo, y vistos desde el punto de vista de los tiempos actuales, la verdad es que su contenido era inocuo. Solíamos comprar "El DDT", sobre todo por sus personajes...
"Mi tío Magdaleno"...
"Ángel Siseñor"...
"La familia Cebolleta", con loro incluído, cuyos componentes siempre tenían la virtud de meter la pata...
"Amapolo Nevera"...
"Matildita y Anacleto" (Un matrimonio completo)...
Todo ello por el módico precio de DOS PESETAS...
Claro, que, dos pesetas...
Había que "hacer campaña", portarse bien, y calcular y apreciar el momento oportuno.
Lo que nos convertía en pequeños psicólogos...
Sabíamos, por los cambios de humor de nuestros mayores, cuándo debíamos intentarlo..., y
pedir esas dos pesetas para la compra de "El DDT"...
Y, ¡oh, maravilla!, alguna venturosa tarde, al llegar a a casa tras la jornada escolar, nos esperaba "El DDT", sobre la mesa...
Hecho que solía provocarnos incertidumbre, y un tanto de mala conciencia...
¿Qué habíamos hecho para merecer semejante deferencia...?
Bueno, el caso es, que, una vez metidos de lleno en su lectura, se olvidaban todas aquellas disquisiciones...
Y..., ¡a esperar otra semana!
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