El primer sol de la mañana...
Ese primer sol puro y limpio como son las primeras horas de luz...
Luego, el día se enturbia, el espíritu se oscurece, y todo se cubre del polvo de la rutina, del moho de lo cotidiano...
¡Ay, el primer sol de la mañana..!
Pura miel en sus rayos bienhechores, que aún saben acariciar...
Luego, la vorágine del día...
Dulce sol primero...
En mi juventud me levantaba pronto sólo por ver cómo rozabas tenuemente las copas de los árboles...
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