Puede que evocara otros tiempos, cuando las estaciones le eran indiferentes, y el frío o el calor no le afectaban...
Yo sabía que temía los rigores del invierno, sobre todo su larga oscuridad...
Mi abuelo, meditaba en silencio...
Luego, se retiraba al interior de la casa, y, con gesto de resignación, escuchaba las noticias que daba la radio...
Yo lo contemplaba, pensando si podía hacer algo o decirle alguna cosa que aliviara su tristeza...
Y nunca supe decirle nada..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario