Del olvido se desprendió tu voz
y era un murmullo de tímidas palomas,
un dorado zumbido de colmenas,
sobre la plenitud del mediodía...
Del olvido volvió como una suave
canción de tiempos infantiles,
que incitara a ese viaje
por la profunda tierra de los sueños...
Del olvidó llegó, dulce marea
de pequeños y argentados cascabeles,
de trinos en oscuras enramadas,
de lánguidas campanas en otoño...
Del olvido volvió y me llenó el alma
de una grata nostalgia, ya sin lágrimas...
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