"El retrato de Dorian Gray", es un clásico de la literatura universal.Oscar Wilde, en su magnífica y estremecedora novela, nos cuenta la historia de un joven, apuesto, dueño de una inmensa fortuna, y codiciado por las doncellas casaderas de su tiempo.
La fábula se basa en un deseo: Un afamado pintor, realiza su retrato. Y cuando el joven Dorian lo
contempla, suspirando, expresa un deseo: "Si el retrato envejeciera y yo no..."
Y así sucede en la historia.
Dorian Gray, se lanza a una vida disipada, absolutamente autodestructiva, cayendo en una degeneración moral sin fondo, seguro de que su aspecto físico no va a cambiar, y sí el retrato.
Drogas, sexo, crímenes..., todo forma parte de su vida...
Su alma es monstruosa, pero su cuerpo permanece en los veinte años, cuando expresó su peligroso deseo...
Hay una versión cinematográfica del año 1945, que ví hace ya mucho tiempo, y que me pareció soberbia. La he contemplado en tiempos más cercanos y sigo manteniendo la misma opinión.
La versión de "El retrato de Dorian Gray", del año 2009, no está a la altura. El protagonista no muestra más que facetas muy superficiales de su degeneración, y, !cómo no!, sexo a todo pasto...
Como si fuera el eje donde gira el mundo...
La verdad, un film mediocre, recurrente, y que se aleja por completo del mensaje que en su día nos transmitió Oscar Wilde.
Lectura, que, recomiendo encarecidamente, y que brilla por encima de todas las versiones cinematográficas, pasadas, presentes y futuras...
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