martes, 5 de abril de 2016

La barbarie que no cesa...


Están allí donde son necesarios...

Bajo la lluvia...

Bajo los ardientes soles estivales...

En el mar...

En la montaña...

En las vías de comunicación...

Sin condiciones,
sin exigencias,
sin pedir nada a cambio...

Siempre dispuestos para el servicio...

Y, uno de ellos,
cobardemente asesinado,
por cinco delincuentes,
cuya edad no importa...

El delito, el asesinato,
siempre lo es, 
Independientemente de la edad
de quien lo cometa...

Sí, asesinato salvaje mente cometido,
en la persona
de un Guardia Civil de Trafico...

Me indigna,
me enciende la sangre,
me desata todas las iras...

Cinco delincuentes,
que merecen lo peor,
por su criminal acto de barbarie y salvajismo...

¿Quién consolará
a la viuda y a la hija del agente?

¿Quién les devolverá la alegría
de vivir, como hasta ahora,
en un hogar tranquilo,
en el ambiente cálido y protector
de una familia...?

Mientras,
estos salvajes,
estos criminales infrahumanos,
escoria sin ley ni conciencia,
tendrán una pléyade de defensores,
cargados de recursos,
para aprovechar cualquier resquicio legal
y ponerlos en la calle cuanto antes...

¿Es esto justicia?

Ya no lo sé...

Desde aquí,
transmito mis condolencias
a esa familia rota...,
a esa familia,
que siempre tendrá clavada
una dolorosa espina...

Me uno a su dolor,
y les envío un fraternal abrazo...

No hay palabras de consuelo,
porque la muerte
es la más dolorosa de las ausencias...

Y también me uno
a la tristeza y dolor de sus compañeros,
que, aun con el alma destrozada,
seguirán,
como lo hacen día a día,
velando por nuestra seguridad...











(Archivo: cueva del todo).

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