Y del invierno extraigo ahora mis manos.
Luciendo el sol sobre los viejos muros,
florecen hoy de nuevo, hermosos años.
Incierto dolor turbio errante tiende
un arcoiris tibio, anestesiado,
que al alma va trepando con nostalgia...,
frenético vacío de tus pasos.
Se mecen las cigüeñas en los vientos,
cargados de romances olvidados,
y tornan a sus torres, y susurran
historias de los lánguidos veranos.
Es triste que olvidara tu memoria
en la bruma invernal, sobrelos campos...
Perdida tu mirada fugitiva,
la primavera, en mí, se ha marchitado...
(Imagen: fotosdelcoco).
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