El otoño..., es como si se detuviera el tiempo...
Todo es más lento...
Todo aparece sin aristas...
Como un continuo atardecer...
Es una época propicia a la meditación, a encontrarnos de nuevo con nosotros mismos...
Porque la etapa anterior, plena de contrastes, nos saturó el pensamiento...
Y ahora, el silencio interior vuelve a ocupar su sitio.
La calma define a esta estación...
Retomamos todo lo que teníamos abandonado, volvemos a recuperar nuestra intimidad...
Esa intimidad del espíritu, tan grata y apacible...
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