Sinceramente, no me gusta la obra de Miquel Barceló.
No me gusta ni en general ni en particular.
En sus pinturas hay un cierto toque de tosquedad, que pretende ser premeditada, pero no me lo creo. Es que no sabe pintar de otra forma.
Ha encontrado su "formulilla" y la aplica a diestro y siniestro.
No me gusta, no...
Hoy he leído una noticia sobre "la cúpula de Barceló", que el Rey inaugurará en Ginebra.
La llaman con toda rimbombancia "la capilla sixtina de Miquel Barceló"...
Se calcula que ha costado 20 millones de euros, más de tres mil millones de las antiguas pesetas...
Y se sabe que ha sido financiada con dinero destinado a ayudas al desarrollo...
Sobran comentarios...
jueves, 20 de noviembre de 2008
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