La Comunidad Económica Europea, en muy poco tiempo, ha crecido demasiado. Esto es un riesgo. Además, da la impresión de que la UE ha sufrido una fiebre de expansión que no le ha permitido actuar con el suficiente criterio selectivo para determinar quién debería entrar en sus "dominios". Así, en España, nos hallamos con una auténtica invasión por parte de ciudadanos de países del este, que, en la mayoría de los casos presentan un perfil conflictivo. No se puede negar que siempre hay un sector que se integra. Pero creo que son una minoría.
Nuestro país, siempre con un ejecutivo débil, indeciso, inoperante, más preocupado por la captación de votos que por el buen gobierno y el bien de la propia sociedad, mantiene un comportamiento demasiado permisivo.
Así, se vienen dando casos de españoles avasallados por esta forma de inmigración legalizada, por individuos que ven aquí un paraíso para hacer y deshacer a su antojo, por encima de la ley, por encima del respeto a los demás, y desprovistos de las mínimas cualidades de ciudadanía, y, sobre todo, de educación.
España, la pobre España que vivimos y padecemos, en un malentendido "quijotismo", aguanta todo lo que le echen.
Pero, ¿hasta cuándo?
¿Hasta cuándo los españoles normales y corrientes, como somos la mayoría, seremos capaces de soportar la situación?
Pues no lo sé...
Pero si no se impone un cierto rigor, esto acabará mal, muy mal.
La asignatura de "Educación para la ciudadanía", no debería imponerse tanto a los estudiantes de la E.S.O. como a quienes vienen a convivir con nosotros...
Pero, claro, el ejecutivo, en su urna de cristal, no percibe nada...
Y es que, tristemente, para el partido gobernante, los españoles sólo contamos a la hora de votar.
jueves, 2 de octubre de 2008
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