Al Coco le gusta el otoño.
Es una estación tranquila, apacible.
Todo parece moverse con lentitud...
En otoño, el Coco dedica muchas horas a la lectura. Ya sabemos que es un gran bibliófilo. Comparte libros con su amigo el Filósofo, que lo visita todos los días, incluso cuando llueve.
El zorro ha vuelto.
Para él ha concluído un ciclo.
Otra vez duerme junto al Coco y todo vuelve a ser como siempre...
Los días se acortan, las noches son más frescas y es agradable el calor del fuego encendido en la chimenea de la cueva.
También el pájaro oscuro busca cobijo y se posa en el respaldo del sillón del Coco.
El Filósofo pasea mucho, recorre los caminos mientras piensa...
A veces se detiene y anota algo en su cuaderno...
Por la tarde, él y el Coco conversan...
Hablan de muchas cosas, pero siempre terminan comentando algún libro...
Y es agradable compartir...
lunes, 6 de octubre de 2008
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