Hoy, el coco ha podido salir a dar una vuelta. Ha llovido esta noche y todo parece como si estuviera recién pintado. Se siente feliz, porque luce el sol y la hierba brilla, todavía perlada de las gotas de lluvia. Una nube se ha detenido para no taparle el sol. Ha escuchado el canto de un pájaro, que se ha perdido en la distancia...
El coco se ha empapado de todos los olores del campo, y ha regresado a su guarida para leer el diario del domingo, que le lleva un amigo suyo en bicicleta. Lo que más le gusta es solucionar el crucigrama, aunque los autodefinidos también le agradan. Pero piensa que le duran muy poco.Es un como muy inteligente. Ha abierto su diario y ha escrito: "Un día feliz"
Nada más.
Creo que espera la visita de un pariente suyo, un coco silvestre que vive más al norte, en una gruta junto a la carretera. Allí viven más cocos, y lo han invitado a pasar un día con ellos. La verdad es que no le gusta mucho dejar su cueva abandonada. Además, un zorro lo visita por las tardes, justo cuando el sol va a ocultarse. Cenan juntos, y se duermen sobre un lecho de musgo. Al despertar, el zorro se ha ido, sin decir nada. Pero el coco siente aún su calor, su piel suave y su compañía... Os contaré más cosas del coco en otro momento.
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