1 de marzo...
Impaciencia,
íntimos deseos de primavera.
Dejar atrás, por fin
las largas sombras invernales.
Pero aún es pronto.
No podemos alterar
el curso de los días.
Mientras, nos contentamos
con floraciones tempranas,
que desafían el rigor
de vientos implacables.
Las tímidas violetas,
efímeros perfumes,
aparecen a la sombra
de un muro de piedra,
tapizado de musgo,
húmedo, esponjoso.
Señales imprecisas en las sendas
y pájaros alegres
preludio del buen tiempo.
Y aún es pronto...
(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlookcuevadelcoco).
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