Puente de Piedra y Puente de Hierro,
sobre el río Ebro.
Desde el mirador de la Basílica
de N. Sra. del Pilar.
Siempre ha sido un acontecimiento,
sobre todo para los niños,
subir al mirador de la torre,
y contemplar la ciudad...
Zaragoza, desde la altura...
Y desde un punto privilegiado...
El Ebro, los puentes, los tejados,
las otras torres...
Y la lejanía...
Una visita sólo apta para el buen tiempo...
Para un domingo soleado,
y sin rachas de cierzo...
Conservo fotografías,
realizadas, claro está,
con cámara convencional...
Solía llevar tres o cuatro carretes,
y los usaba todos...
Hoy, todo ha cambiado...
Cualquier cámara de móvil
tiene más definición...
La aventura,
sigue siendo la misma...,
pero mejorada...
Y, al llegar a lo más alto,
seguimos contemplando,
con la misma emoción,
(...niños otra vez...),
esta Zaragoza,
renovada,
brillante bajo el sol,
intentando situar calles y avenidas,
iglesias y edificios,
en un juego,
que no ha variado con los años...
(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).
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