Noruega: Geirangerfjord.
Valiente ha sido la decisión del Gobierno Noruego,
al rechazar la oferta de Arabia Saudí,
para la construcción de mezquitas
en el país nórdico.
El rechazo se basa en la falta de reciprocidad,
y también en la absoluta falta de libertad religiosa,
no sólo en Arabia Saudí,
sino en la gran mayoría de países,
que conforman el Islam.
La libertad religiosa,
es un principio básico
para el buen entendimiento
entre seres humanos de buena voluntad.
Todas las democracias,
contemplan ese derecho en su Carta Magna,
porque, sin libertad de pensamiento,
y, en este caso, de credo,
la convivencia sería imposible.
El Gobierno Noruego,
ha dado un primer paso,
muy importante y digno de ejemplo.
Por supuesto, "aquí",
apenas ha tenido repercusión.
Cualquier intento,
no ya de construir una iglesia
en un país islámico,
sino de practicar un culto que no sea el suyo,
se considera un delito.
Castigado rigurosamente.
Por primera vez,
alguien ha dicho no,
ha expresado su rotunda negativa.
No se trata de estar a favor o en contra del Islam.
No es eso, en modo alguno...
La cuestión es el desequilibrio de derechos.
Y Noruega,
no admite mezquitas en su territorio soberano,
mientras no sea posible
edificar una iglesia en tierra árabe,
y con las suficientes garantías
de que no será destruida,
incendiada o arrasada.
Noruega: Reciprocidad...o nada...
(Archivo: cuevadelcoco).
Valiente ha sido la decisión del Gobierno Noruego,
al rechazar la oferta de Arabia Saudí,
para la construcción de mezquitas
en el país nórdico.
El rechazo se basa en la falta de reciprocidad,
y también en la absoluta falta de libertad religiosa,
no sólo en Arabia Saudí,
sino en la gran mayoría de países,
que conforman el Islam.
La libertad religiosa,
es un principio básico
para el buen entendimiento
entre seres humanos de buena voluntad.
Todas las democracias,
contemplan ese derecho en su Carta Magna,
porque, sin libertad de pensamiento,
y, en este caso, de credo,
la convivencia sería imposible.
El Gobierno Noruego,
ha dado un primer paso,
muy importante y digno de ejemplo.
Por supuesto, "aquí",
apenas ha tenido repercusión.
Cualquier intento,
no ya de construir una iglesia
en un país islámico,
sino de practicar un culto que no sea el suyo,
se considera un delito.
Castigado rigurosamente.
Por primera vez,
alguien ha dicho no,
ha expresado su rotunda negativa.
No se trata de estar a favor o en contra del Islam.
No es eso, en modo alguno...
La cuestión es el desequilibrio de derechos.
Y Noruega,
no admite mezquitas en su territorio soberano,
mientras no sea posible
edificar una iglesia en tierra árabe,
y con las suficientes garantías
de que no será destruida,
incendiada o arrasada.
Noruega: Reciprocidad...o nada...
(Archivo: cuevadelcoco).
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