Marilyn Monroe.
Fotografiada por Eve Arnold.
Aquella noche estival,
en el inicio de mi adolescencia,
la radio,
difundió la triste noticia...
¡Te habías ido...!
Solía contemplar tu rostro,
en las revistas de mi madre...
Y me acostumbré a tu imagen,
acaso me enamoré de ti,
sin saber lo que era el amor,
pues me hallaba
en los confusos inicios
de mi adolescencia...
Contemplaba tu rostro,
y me fascinaba tu expresión
de niña indefensa...
¡Te sentía tan frágil...!
Aquella noche,
no lloré por ti...
Pero sentí un gran vacío...
Por tu inesperada pérdida,
que marcó,
definitivamente,
el fin de mi infancia...
Los años se sucedieron
a un ritmo de vértigo,
pues, la juventud es así...
Contemplé aquellas películas,
que nos ofrecía la pequeña pantalla...
Pero continuaba añorándote,
mientras buscaba tu sonrisa,
entre las paginas
de revistas atrasadas...
(Archivo: cuevadelcoco).
(Archivo: cuevadelcoco).
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