"Tía Karen en la mecedora".
Edward Münch.
Acaso en esta Noche,
estén junto a nosotros...
Hoy siento la nostalgia
de aquellas Navidades...
Por eso he colocado
sobre la vieja mesa,
los cubiertos de plata
y aquellas servilletas
de colores alegres,
bordados con sus ç nombres
por manos cariñosas,
los platos decorados
que os han sobrevivido...
¡Y la mesa es tan grande...!
¡Y tantas las ausencias...!
Os acerco las sillas,
el sillón del abuelo,
con mullidos cojines...
Adorno las ventanas
y las estanterías,
donde duermen los libros
que llenaron mi infancia
de hadas y de duendes,
y que, en mi adolescencia,
me incitaron a viajes
en busca de lugares
remotos y perdidos...
Y siento la distancia
de aquellos tiempos idos...
Y no puedo evitarlo...
De todos los rincones,
asoman los recuerdos...
El piano ya no suena,
ya no llena el espacio
de cálidas sonatas,
que se fueron volando
donde reina el olvido...
Somos dos a la mesa,
sentados frente a frente...
Cenamos en silencio
y cuando nos miramos,
nuestros labios esbozan
una sonrisa leve..,
¿Estarán con nosotros,
se habrán ido del todo...?
¿Vagarán todavía
por las viejas estancias...?
Se consumen las velas,
despacio, muy despacio...
Afuera, cae la nieve,
la primera nevada,
por fin... ¡es Navidad...!
(A
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